Habréis comprobado que los lóbulos de nuestras orejas no aguantan cualquier pendiente (arete, zarcillo) de fantasía, ¿cierto? Algunas también habréis visto que, cuando está inflamado, nuestro pubis también puede ponerse al rojo vivo. Ana, por ejemplo, llegó a nuestra consulta con la zona genital destrozada. Nos costó comprender la causa…