Estaba sentada frente al psicólogo echándole un cuento acerca de mis pesares. Que si tenía pensamientos horribles, que si no me podía concentrar, que si la cosa estaba muy difícil en mi cabeza. En fin, la terapia por sí sola no estaba funcionando y por eso, buscando y buscando qué más hacer para aliviarme, descubrí…