A todas nos ha pasado que llega a nuestras vidas un chico bueno, inteligente y gracioso, peeeero (bendito pero), con el que no te darías ni un besito (¿Suena familiar? Me lo imaginaba). Y es ahí cuando saltan las alarmas y te preguntas ¿Qué pasa conmigo?, ¿Estoy muerta por dentro?, ¿Encontraré…