Conversar con Curro Cañete es una de esas experiencias que te alegra el día, es un hombre con un espíritu liviano, pero lleno de sabiduría, capaz de darte una lección profunda y maravillosa sobre la felicidad, sin que apenas te des cuenta.
Este coach, escritor, abogado y periodista, se considera un “experto en éxito y felicidad”, y tuve el placer de charlar con él a propósito del lanzamiento de su segundo libro El poder de confiar en ti (Planeta, 2019), un manual de autoayuda basado en sus propias vivencias, lleno de herramientas para las personas que, como él hizo hace algún tiempo, quieran darle un golpe de timón a sus vidas.
Ahora acaba de lanzar su tercer libro…
Ahora te toca ser feliz (Planeta 2020) es una guía para que encuentres tu camino hacia la felicidad actuando AHORA. Curro plantea la importancia de utilizar el presente para aprender y caminar hacia tus sueños confiando SIEMPRE en ti mismx.
Mira este podcast en el que Curro nos da una clase sobre cómo ser felices:
Disfruta esta entrevista que hemos actualizado para ti, a propósito del podcast que acabamos de hacer con Curro
Curro, te graduaste en Derecho y en Periodismo, pero continuamente dices que no eras feliz, ¿Cuál fue el punto de inflexión para cambiar tu vida?
El momento de decir “hasta aquí he llegado con esto” yo creo que fue cuando tuve un ataque de ansiedad. En un ataque de ansiedad pueden pasar dos cosas: una, es que crees que te vas a morir y la otra es que crees que te puedes volver loco.
En mi caso fue que pensé que me iba a morir. Yo acumulaba mucho estrés y mucha ansiedad y todo eso, claro, o le pones remedio o al final acaba estallando; entonces a mí me estalló y ahí fue cuando supe que tenía que tomar otras medidas. Entonces comencé a ver qué posibilidades tenía de mejorar mi bienestar físico, mental, emocional, espiritual y ahí fue cuando empecé en el camino de crecimiento personal.
¿Eras consciente de que te estaba dando un ataque de ansiedad o simplemente sentías que te ibas a morir y no sabías por qué?
Yo sentía que no podía respirar y como no podía respirar, pues creía que me iba a morir.
Luego ya me enteré que en los ataques de ansiedad pasa esto que te he dicho, esas dos posibilidades, pero yo ahí no sabía mucho. Conseguí acertar a llamar a una amiga y me dio unos consejos muy buenos: que mirara hacia abajo, respirara profundamente y caminara por la calle, hasta que ella pudo venir y así poco a poco se me fue pasando; pero yo no podía parar de llorar y no podía respirar, fue un momento un poco desagradable…
No he vuelto a tener uno. Gracias a Dios.
Y decides llamar a un coach, ¿Por qué a un coach y no a un psicólogo?
Yo conocía de una reunión a una coach y a mí me pareció que lo del coaching tenía mucho sentido, porque me gustaba que hubiera un objetivo, lo de avanzar a través de planes de acción, pero bueno, supongo que es porque la conocía a ella, entonces podía haber ido con ella como con un psicólogo si lo hubiera conocido; pero a mí me fue de maravilla, me fue muy bien, por lo tanto, defiendo mucho ir a un coach.
Hablas constantemente sobre la felicidad, mucha gente dice que la felicidad son momentos, ¿Qué es la felicidad?, ¿Existe ese estado pleno de felicidad, o son momentos? ¿Cómo lo ves tú?
Yo creo que la felicidad está muy relacionada con tu propia paz. Cuando tú estás en paz, estás feliz; cuando tú estás tranquilo, estás feliz; y casi siempre que estamos tranquilos los pensamientos también están armónicos, o sea, los pensamientos son agradables, son amorosos; mientras que cuando perdemos nuestra felicidad estamos nerviosos y los pensamientos tienden hacia lo negativo.
Entonces, yo pienso que podemos sostener en el tiempo cada vez más un estado de tranquilidad al margen de lo que pase a nuestro alrededor, al margen de las circunstancias que son cambiantes y van seguir cambiando siempre.
Yo apuesto porque intentemos no condicionar nuestra felicidad ni nuestra tranquilidad a la existencia de circunstancias agradables, o sea, que tú seas capaz de ir más allá de lo que las circunstancias parecen permitirte en ese momento. En ese sentido, podemos ir conquistando, cada vez, más momentos de felicidad.
O sea, el trabajo es, a pesar de las circunstancias – porque van a pasar cosas buenas, como van a pasar cosas malas- lograr mantenerte en ese estado…
¡Exacto! Si tú vas ahora a recoger tu coche y te lo han rayado, que el rayón del coche no consiga arrebatarte tu paz y tu felicidad. Si te deja tu novio, pues lo mismo “es una pena que me haya dejado mi novio, pero mi felicidad es más importante, por lo tanto no voy a permitir -si acaso esta tarde-, pero ya mañana vuelvo otra vez con mi felicidad porque tengo muchas cosas que hacer, tengo un sueño, tengo un futuro, tengo una vida que construir…”
O sea, ¿Que tú puedes ser feliz y sentirte mal?
Ummmm, no. Cuando tú te sientes mal, ahí has perdido tu felicidad, pero sólo momentáneamente. Lo que yo defiendo, es que la pierdas el menor tiempo posible.
Que si quieres puedes estar llorando una tarde entera, yo estoy a favor de la tristeza, pero mañana, otra vez enfócate en lo que quieres conseguir, tu presente, en disfrutar, tus posibilidades y oportunidades, en el hecho de que estás vivo, en tantas cosas…
Entonces hay gente que pierde su felicidad durante 3 años enteros y no levantan cabeza, y la puedes perder 3 años o media hora según lo entrenado que estés.
En tu primer libro hablas de “La nueva felicidad”, ¿Cuál es la diferencia entre la vieja felicidad y la nueva felicidad?
Sí, mi primer libro se titulaba “Una nueva felicidad”, y precisamente, para mí la nueva felicidad es una felicidad que tiene que ver más contigo mismo, más desde dentro, más desde el interior, más el saber que la vida es un juego y saber que tú eres un jugador, de no tomarte las cosas tan en serio; mientras que “la otra felicidad” está más relacionada con los placeres efímeros, más con ver el futbol con los amigos tomando cerveza o tomarte un pastel de chocolate; son placeres más efímeros, contra los que no tengo nada, me encantan los placeres; pero para mí, la verdadera felicidad tiene algo más que ver con el interior, con cerrar los ojos y sentirte a gusto en donde estés, en el momento que estés y estés con quien estés.
A veces he sido súper feliz un fin de semana y digo: ¡Pero si no he hecho nada!, me he ido a la biblioteca de El Retiro (Madrid), he ido a dar un paseo. Luego, otras veces he sido muy feliz en un gran viaje con amigos, pero bueno, podemos ser felices sin esos estímulos.
En el libro dices que vivimos en “piloto automático”, ¿Cómo paramos?, ¿Qué tiene que pasar a parte de tomar consciencia? Porque a veces el trabajo, la vida, te come…
Tenemos que dejar las excusas. Yo soy el primero que puedo poner excusas para no hacer el trabajo de crecimiento personal. Entonces, de la misma manera que sacas tiempo para ver 5 minutos la televisión, los puedes sacar para pararte, coger una libreta y escribir: qué quiero, qué puedo hacer esta semana por mí, qué espacios me quedan, cómo puedo planificar esto, qué puedo hacer para que el día de hoy sea un día que me guste recordar, o a quién puedo decirle “te quiero”, por quién puedo ser amable…
Es proponerte conscientemente cosas para salir del automatismo. Efectivamente, si nos levantamos, vamos como locos, nos tomamos un café, vamos al trabajo, nos metemos en el tráfico, esto y lo otro, así no podemos tomar consciencia; pero si reservamos aunque sea un cuarto de hora para tomar consciencia, entonces puedes salir del piloto automático. Y del piloto automático es tan fácil salir como preguntarme “¿qué es lo que quiero crear en mi vida a partir de este momento?”, si ya sé qué es lo que quiero crear, puedo dar los pasos hacia eso aunque siga llevando todas las actividades que ahora mismo no me satisfacen.
¿Y si no sabes?, ¿si no tienes claro qué quieres?
Si no sabes, ese es el primer paso. Cuando llegué a mi coach, mi objetivo era que yo no tenía ningún objetivo, o sea, mi objetivo era saber cuál era mi objetivo; hay gente que no lo sabe, mucha gente no lo sabe. En “Alicia en el País de las Maravillas”, Alicia le pregunta al gato: “¿Cuál es el camino correcto?”, y le dice el gato: “¿A dónde quieres ir?”, y ella responde: “No lo sé”, y dice el gato: “Pues entonces no importa el camino que cojas”.
Lo primero que tenemos que saber, es a dónde vamos, nuestra visión. En El poder de creer en ti pongo ejercicios para averiguar la visión: qué visión quieres, qué es lo que quieres hacer con tu vida, hacia dónde quieres caminar; ese es el primer paso, hay muchísimas herramientas para saber lo que quieres: ¿Tú te ves más con hijos o te ves más sin hijos?; ¿Te ves más viajando con una mochila, o te ves más en un pueblo viviendo una vida tranquila?; ¿Te ves más trabajando 10 horas al día con algo que te apasiona o con las tardes libres para cuidar a tus hijos? Una vez que tú sabes lo que quieres, ¿Cuál es el primer paso?, El primer paso a veces es tan sencillo como escribir un email o buscar información en internet.
Dices ahora que eres muy fan de escribir en tu libreta, y también sé que trabajas mucho con afirmaciones, ¿Cómo funciona esto de las afirmaciones?
A mí las afirmaciones me han ayudado, yo doy herramientas y a unas personas le servirán unas herramientas y a otras, otras.
Pero lo de las afirmaciones es una herramienta muy sencilla, porque las afirmaciones es decirte conscientemente a ti mismo creencias poderosas, creencias que te van a dar fuerzas para tu vida. Como el diálogo interno normalmente va ahí al ‘tum-tum’, y nos decimos mensajes negativos cada dos por tres, pues esto es contrarrestarlo con mensajes positivos que yo me digo conscientemente.
La sociedad entera intenta atrapar nuestra atención, la publicidad, ¿pero la publicidad qué hace? intenta sugestionarte, pero con las afirmaciones tú te sugestiones a ti para lo que tú quieres, para tus propios objetivos, entonces si tú te sugestionas a ti y te dices constatemente algo – una afirmación que has elaborado previamente- al principio puede ser que no te la creas, luego te la empiezas a creer un poco más y hasta que ya la tengas integrada en tu cerebro. Una vez que ya tengas esa afirmación integrada a tu cerebro, de que tú eres capaz, de que puedes conseguir lo que te propongas, pues entonces tú eres más poderoso, eres más capaz de hacer cosas…
En El poder de creer en ti también hablas de que hay que combatir el ego, ¿A qué te refieres con eso?, ¿Cómo hacemos para que el ego no se nos cuele en las afirmaciones? Por ejemplo: “Yo soy la mejor”, ¿Cuándo está hablando el ego y cuándo no?
Pues si dices “yo soy la mejor”, es posible que sí se te esté colando el ego porque el alma no compite con nadie, todos somos los mejores, todos podemos tener una oportunidad, entonces las afirmaciones tú las creas conscientemente, escribiendo con un bolígrafo y un papel y cuando tú estás consciente, ahí el ego se cuela mucho menos.
Entonces, si tú estás tomando una decisión consciente, consciente quiere decir que no se está colando el ego, el ego se cuela después. Por eso a mí me gusta tanto planificar y animo en mis procesos de coaching a que las personas con las que trabajo, planifiquen. Todos los días de mi vida planifico el día que corre y también la semana, porque cuando estoy planificando, estoy consciente; ahí no se me cuela el ego.
¿El ego cuándo se cuela? Por ejemplo: yo había planificado ir al gimnasio a las 11:00 a.m., y a las 9:30 a.m., se cuela el ego y se inventa una excusa, pero la excusa tiene toda la lógica del mundo, los argumentos que utiliza el ego son lógicos: “hoy no me va a ir bien, porque mejor voy el viernes, porque claro, como voy a comer a casa de mi madre y el gimnasio está al lado, pues entonces voy el viernes, mejor que hoy”.
¿Qué pasa? que luego el viernes tampoco vas, ya te ha ganado el ego. Entonces yo lo que digo es: diga lo que diga tu mente, hazlo; a menos que surja algo mejor, si surge algo mejor, lo coges. El ego es muy fácil de identificar, todos tenemos ego, pero el ego no se puede quitar como un apéndice, al ego lo que hay es que educarlo y dejarle claras las cosas y aún así muchas veces nos gana, y cuando nos gana, pues nos gana y ya está, no pasa nada . Pero mañana, voy a volver a planificar y otra vez voy a tomar el control de mi vida.
Cogiendo el ejemplo del trabajo, supongamos que tengo un trabajo que no me gusta, que no quiero, quiero hacer otra cosa, pero necesitas el dinero que te pagan en el trabajo ¿Cómo se manejan ese tipo de situaciones? ¿Cómo doy el paso cuando hay una necesidad que escapa de mis posibilidades?
Lo primero es preguntarse ¿Tú quieres seguir siempre con el trabajo que no te satisface o quieres emprender el camino de escoger un trabajo que te satisfaga?, si lo que quieres es escoger el trabajo que no le satisface porque le compensa, porque tiene un sueldo y tal, pues eso está perfecto así, entonces enfócate en aprovechar tu tiempo libre y te las apañas como puedas, pero lo vas a tener complicado.
Vas a poder seguir siendo feliz, por lo que hablamos antes de no condicionar la felicidad a las circunstancias, vas a seguir siendo feliz, pero lo vas a tener más complicado.
Si tú lo que quieres es llegar a un trabajo que ames, tienes un trabajo que hacer: continuar en el trabajo que tienes mientras generas la otra oportunidad. ¿Cuánto tiempo te va a llevar eso? No lo sabemos. Puede que dentro de dos días encuentres un trabajo que te guste o puede ser que te quieras dedicar a lo que amas y quieras emprender un negocio y tengas que utilizar los fines de semana hasta que dentro de cuatro años ya puedas dar el salto. Yo soy a favor de los saltos con red de seguridad, aquí no queremos que nadie se pegue golpes ni nada, entonces, tú empiezas a construir…
Te pongo un ejemplo: el cantante de Miss Caffeina, Alberto Jiménez, que trabajaba de camarero, componía e iba a los conciertos, hasta que ha podido vivir de eso. Una vez que ha podido vivir de eso, después de muchos años compaginando, mientras muchos amigos estaban por ahí pasándosela bien, de cañas, él estaba pasándosela bien pero construyendo su sueño. Cuando ya puedes dar el salto es cuando lo das, sea un año, dos, tres o cinco, pero tu vida tiene más sentido porque no es lo mismo tener un trabajo insatisfactorio que tú sabes que eso es lo que te espera para el resto de tu vida que tener un trabajo insatisfactorio y te estás creando un futuro.
¿Hay un momento mejor que otro para hacer las afirmaciones?
Sí, cuanto antes, mejor. Siempre lo mejor es hacerlo lo más temprano posible porque así te aseguras de que lo haces. Igual que cuando hay gente que quiere empezar a meditar, les digo: que sea lo primero que hagas, porque después la vida se complica. Siempre es muy bueno hacer ese trabajo al principio del día, pero lo puedes hacer en cualquier momento, en la cola del supermercado, en lugar de desesperarte, pues te pones a decirte tus afirmaciones, las que estés trabajando en ese momento y cualquier momento es bueno.
¿Cuántas veces tengo que repetir una afirmación?
No hay un número exacto, tres veces es mejor que ninguna. Si las haces escribiéndolas, un objetivo bastante ambicioso, que estaría muy bien, si tienes ahora mismo un objetivo importante en tu vida, sería hacerte una buena afirmación y escribirla 25 veces. Eso es con un objetivo ambicioso, pero si sólo la haces dos veces, ya está bastante bien.
¿Cuántos pensamientos negativos crees que tenemos a lo largo del día? Pues para contrarrestar eso, sólo 25 veces, es menos de 10 minutos. Yo aconsejo hasta 10 minutos (decírtelo 100 veces, parece mucho pero de verdad que no es tanto), pero para gente que quiere trabajar en serio, si no, 3 veces ya está bien.
Mira, ahora cuando cruces el semáforo, di una [afirmación] 10 veces, verás cómo no tardas nada… di “soy capaz de conseguir lo que me proponga”, dilo 10 veces y verás que no tarda nada, pero ya hiciste 10 y luego haces otros 10 y ya llevas 20…
En el libro dices que nuestros verdaderos enemigos, son los pensamientos negativos, ¿Cómo combato los pensamientos negativos?
Fíjate que eso lo puse, y no me gusta hablar de enemigos, pero realmente quiero hacer entender a las personas de que cuando algo te está molestando ahí fuera, por ejemplo, te hace algo una amiga, en realidad no es lo que te ha hecho la amiga, es lo que tú te estás contando sobre lo que te ha hecho la amiga.
La prueba está en que a lo mejor a tu hermana, eso mismo, no le hubiera importado en lo absoluto. Entonces tú tienes que descubrir casi como si fueras un cazador de pensamientos ¿qué estoy pensando para sentirme así? Descubre el pensamiento que te está perturbando y le das la vuelta en lugar de irte a cambiar lo que ha hecho el amigo, porque por más que consiguieras cambiar lo que ha hecho, que no va a depender de ti, pero puede ser que lo convenzas de que lo cambie.
Dentro de 15 días va a llegar otra persona que va a hacer lo mismo, o dentro de un mes, de un año o de tres, nunca vamos a poder cambiar lo de fuera. Sin embargo, si yo aprendo a “pues muy bien me ha dado plantón pero esto no va a quitar mi bienestar y ahora me voy a ir al cine solo”, o “voy a llamar a otra amiga y no me voy a enfadar porque si me enfado, estoy perdiendo yo, estoy perdiendo lo más importante”.
En El poder de creer en ti hablas de las personas dormidas y las personas despiertas, ¿Qué es una persona dormida y qué es una persona despierta? ¿Cómo llegamos a estar despiertos?
Una persona despierta es una persona consciente, y una persona dormida es una persona inconsciente. Entonces, una persona que es consciente, no echa las culpas al otro nada más y no está todo el día justificándose para no hacer los cambios que quiere hacer. Esto es muy delicado porque hay personas que están despiertas o que son conscientes y también caen en la inconsciencia muchas veces; y hay personas que están bastante inconscientes, y no son mejores ni peores unas que otras, aquí no se trata de mejores y peores.
Me acuerdo que un amigo una vez me dijo: “¿entonces yo soy peor?”, y le dije: no, lo que significa es que tú todavía no estás viendo cosas que probablemente veas si te haces consciente, y te darás cuenta de que seguir en esa queja continua no te está haciendo evolucionar, ni te está haciendo ningún favor. Entonces para mí, la clave está en responsabilizarte de tu vida totalmente, cosa que no es fácil, porque muchas veces es más fácil echar las culpas a los demás, pero para mí es muy importante para poder seguir caminando hacia lo que tú quieres.
Por último, ¿por qué crees que hay tanto prejuicio con el crecimiento personal y con la autoayuda?
Pues no lo sé, a mí me encantaría que eso no fuera así, en otros países por ejemplo en EEUU, Oprah Winfrey ha llevado su programa de máxima audiencia a todas las personas que hacen crecimiento personal…
Yo he tenido que atreverme a hacer lo que quería hacer, que era este libro, atreverme a hacer lo que yo creo, pese a que haya gente que pueda no aprobarlo o no verlo con buen ojo. Yo la verdad que no lo entiendo por más que lo pregunto, porque un libro en el que lo mejor que he aprendido, lo mejor que veo que sirve con mis clientes, lo mejor que sirve conmigo mismo, un libro al que le he dedicado mucho tiempo, lleno de consejos, que alguien me diga que no puede sirvele ni siquiera un consejo, a mí me parece imposible.
Es que creo que todo el que leyera el libro con mente abierta, su vida iba a mejorar, pero oye, no puedo hacer otra cosa. Con lo que sí estoy contento es con haber dado el paso, de hacer lo que realmente quiero hacer, contribuir al mundo con lo que realmente quiero contribuir y con lo que yo creo… y muchos de los que hoy a lo mejor no están abiertos, lo mismo dentro de 5 años vienen a uno de mis talleres, es decir, la vida es tan divertida…
Fotos: Instagram de Curro Cañete.