Hablamos de empoderamiento femenino en un reciente y maravilloso InstaLive que tuvimos con la psicóloga y escritora española María Fornet. Somos fans de María, su trabajo, y su manera tan didáctica y asertiva de decir las cosas.
¿Quieres aprender lo que realmente significa el empoderamiento femenino? Estas son algunas de las cosas que aprendimos de María Fornet.
Si prefieres ver/escuchar, ¡te dejamos el InstaLive aquí!
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¿Por qué a algunas personas no les gusta la palabra “empoderamiento”?
María nos explica que hemos manoseado en exceso el concepto de empoderamiento. “Cuando todo es empoderamiento, nada es empoderamiento”, dice ella.
Además, hay un componente de machismo en ese rechazo. ¿Por qué a la gente no le gusta esta palabra en específico?, ¿por qué a la gente tampoco le gusta la palabra patriarcado?
“Todo lo que suena a feminismo, incomoda; es una realidad”, agrega.
“Todo lo que tiene que ver con feminismo va a molestar. Cuando no molesta, no es feminismo”.
María Fornet.
Empoderarse significa tomar el poder que es, por derecho, nuestro
Si creemos que ser empoderada es liderar una empresa con 700 personas, entonces habrá muy poca gente empoderada.
El empoderamiento no necesariamente se traduce en ser jefa, hacer 500 cosas a la vez o poder con todo sola, todo el tiempo, sin pedir ayuda; porque ahí, claramente, el empoderamiento se vuelve más bien una carga sobre nuestras espaldas.
Empoderarse viene de adentro hacia afuera y es distinto para cada una. Todas podemos sentirnos empoderadas y a todas pueden empoderarnos cosas distintas.
¿Qué hago para empoderarme?
Hay algo que tenemos que hacer dentro de nosotras para empoderarnos de verdad, y es preguntarnos: ¿Por qué pensamos que hacer determinadas cosas nos hará sentir bien?, ¿de dónde viene realmente el porqué de las cosas que hacemos?
Si uno no cuestiona nada, inevitablemente terminamos repitiendo misoginias internalizadas. Si no hacemos un trabajo interno, difícilmente podremos tomar el poder que nos pertenece.
Hay mujeres que creen que solo los hombres son machistas. El patriarcado no son los hombres, es un sistema de opresión que pone a los hombres en un lugar y las mujeres en otros.
Pregúntate, ¿qué es lo que REALMENTE A MÍ me empodera? Después de todo, lo mágico del feminismo es que ¡nos da el poder de decidir libremente!, y el empoderamiento femenino no es la excepción.
¿Cómo se ve el empoderamiento en el amor?
Lo primero que tenemos que hacer es pedagogía feminista, deconstruirnos a nosotras mismas. Nuestras parejas tienen la misma responsabilidad y tener una relación de paridad tiene que formar parte de las conversaciones desde el principio.
No es nuestra responsabilidad darle a nuestra pareja clases de feminismo para siempre, ellos tienen el deber de entender que tienen un montón de pensamientos machistas (al igual que nosotras). Podemos orientarlos cuando lo sintamos necesario, pero el trabajo de deconstrucción es de ellos mismos.
“Si vemos que hay gestos machistas, no pensemos que con una clase de feminismo se va a quitar, porque no funciona así”, afirma la psicóloga.
El empoderamiento en el amor es una relación igualitaria. Se ve cuando ambas personas entienden los patrones machistas que los acompañan, y toman las acciones que hay que tener para cambiarlos.
Un ejemplo básico en una relación a la que acaban de llegar los niños: los hombres deben repartir la carga mental de las mujeres, estar en los grupos de WhatsApp del colegio, estar al pendiente del calendario, del carnaval.
Yo estoy haciendo la cena, tú estás limpiando el baño. Va a haber momentos en el que uno, por alguna razón, tire más que el otro, pero se está chequeando permanentemente. Eso exige mucho trabajo de las dos partes, es ir en contra del sistema.
Debemos cuestionarnos las conductas machistas aprendidas que llevamos con nosotras para luego poder trasladarlas hacia sociedades más conscientes. El gran trabajo lo tenemos en la casa, en las escuelas; en cómo educamos a nuestros niños y niñas por un futuro más igualitario.
Un futuro donde las mujeres recuperamos el poder, que por justicia nos pertenece, para liberarnos ambos géneros del patriarcado.
Foto de Sierra Koder en Unsplash
