“Todo negocio se parece a su dueño”, me dijo Ana Lu Black una colombiana fascinante, cuya pasión es soñar y hacer soñar a otros.
Ana se dedica a empujar a cientos de emprendedores “soñalizadores” que quieren sacar adelante sus emprendimeintos, a través de modelos de negocio que se sustentan en la pasión.
Su mantra es que si combinas tu pasión, con hacer dinero y tener tiempo y calidad de vida, estás construyendo un verdadero negocio inteligente.
Durante 18 años trabajó como diseñadora industrial y creó una empresa exitosa, rentable y famosa. Pero ella cuenta que, después de un robo, tuvo que levantar su empresa, con la consciencia de “tener que hacer dinero”, más allá de la pasión que le generaba su trabajo.
“Yo había gozado de la fortuna de haber trabajado por pasión, jamás me ocupé de generar dinero, el dinero era un resultado del trabajo, solo llegaba… Sabía que la meta es disfrutar el camino, la pasión, las ganas, el hacer las cosas bien, el dinero siempre ha sido solo una consecuencia de la tenacidad y amor con el que se hagan las cosas, y ese año eso no fue así. ¡TRABAJÉ POR DINERO!”, dice Ana en el perfil de su página web.
Esto la llevó a preguntarse qué más le deparaba su vida. Así que un buen día, cuando pagó el último peso que debía, producto de ese robo, decidió cerrar sus almacenes y comenzar de nuevo. Fue muy duro, porque las circunstancias mostraban que estaba en un callejón sin salida.
Sin embargo, con el tiempo se dio cuenta de que su historia podía inspirar y ayudar a otros, a través de la pasión, creatividad y las soluciones. ¡Así que Ana se convirtió en conferencista y en Ana Lu Black, una mujer que, con esta entrevista y los contenidos de sus redes sociales, nos ha heco encender el bombillo de: “Lo que estamos haciendo… ¿Lo estamos haciendo bien?”
Así que si quieres saber si vas por buen camino en tu emprendimiento, esta entravista te interesa
¿Cuál es la diferencia entre trabajar por dinero y trabajar por pasión?
Sí, antes de responderte, voy a decir algo antes. Quiero que en este momento revisen qué tan operativo son en su trabajo.
Tan operativo es: Entre más operativo seas, entre más el negocio te necesite, es porque estás más lejos de ser un real dueño de negocio. Como yo lo digo, estás o en un hobby caro o en un emprendimiento pobre.
Yo puedo ser muy apasionado – que es la idea-, montar un negocio y hacerlo muy rentable -esa es la idea-, pero tiene que volverse un negocio inteligente.
¿Qué quiero decir? Si estás en este momento en una etapa de “quiero emprender”, “quiero que mi negocio me vaya bien”, “quiero todo este concepto de ser financieramente muy viable, tener tiempo, tener libertad y muchas cosas”; necesitas tener un negocio inteligente: desde el modelo de negocio, crear creativamente sistemas dentro de dicho negocio, que al mediano o largo plazo, me permitan salirme de la ecuación de mi negocio y que sea productivo sin mí.
Y ahí, es donde todo cobra un sentido de real dueño.
Pero… ¿Cuánto tiempo uno se tarda o se debería tardar en crear ese sistema? Porque además, eso implica soltar, delegar, confiar…
Una cosa son tus herramientas empresariales y cómo las utilizas, y la otra cosa es tus HABILIDADES de ser emprendedor.
Entonces, tus HABILIDADES de ser emprendedor: soltar, delegar, gestionar, liderar, crear equipos, saber contratar, saber escuchar, saber administrar, tener la logística; todas esas HABILIDADES son decisiones, porque al final, lo que tú tienes son decisiones, todo el día tú tomas decisiones: “¿Lo echo o no lo echo?”, “¿Lo contrato o no lo contrato?”, “¿Muevo o no muevo?”, “¿Monto el post o no monto el post?”
Y… ¿Cómo hago con mis decisiones de dueña de negocio?”: Uso mis herramientas empresariales.
Entonces, si no tengo herramientas empresariales, si no tengo conocimiento de modelo de negocios, no tengo conocimiento de ‘cosas’ de negocios, ¿De dónde tomo decisiones? Imagínate la mezcla: carencia de herramientas, carencia de maneras de ser, ¿Resultado?, un emprendimiento que yo nunca jamás lo llamaría Negocio Inteligente.
Porque lo primero es ponerle bases a eso para después crear.
Me dijiste algo que me impactó: ¿Tienes un hobby caro o eres un autoempleado? Eso me hace preguntarme… ¿Cuándo podría decir yo que he logrado ese punto en el que tengo mi emprendimiento, como un negocio inteligente, en el que no me estoy matando ni estoy sufriendo todos los días?
Todo negocio se parece a su dueño. Yo te puedo dar a ti, Mari, 500 pares de zapatos y un local en un centro comercial; y darle a Juanita, exactamente las mismas cosas: en el mismo centro comercial, el mismo recurso en zapatos y el mismo recurso financiero.
Llego 6 meses después, respóndeme: ¿El resultado de Mari y el de Juanita van a ser iguales?
Ummmm no, va a depender de las decisiones que tome cada uno y de su personalidad y cómo maneja el negocio ¿no?…
Entonces, lo has dicho. Es imposible decirte cuándo vas a alcanzar ese sistema productivo, porque todo va a depender de las decisiones que tomes desde que te levantes hasta que te acuestes.
La mente humana está diseñada para las soluciones, pero nuestro colegio o la manera en la que fuimos educados, cohibieron muuuuucho la creatividad; por ende, yo la desarrollé, fue mi profesión, es lo que hago y es lo que hoy más me gusta compartir.
Te doy herramientas empresariales, claro que sí, pero en lo que más me empeño es en que tu mente haga “PUM” cada segundo, porque tus decisiones forman tu empresa.
Yo tengo una palabra, se llama: Bullching. Es la suma de bullying con coaching. Porque es que el coaching es demasiado amoroso, a mí no me sale tan amoroso… Y entonces hago Bullching (risas).
¿Entonces les haces terapia de choque a los emprendedores?
Bueno sí, les digo: “movete pues, hacelo, montalo” [gritado], pues con amor, porque yo sé que te va a ir bien.
Y es que el Bullching es para movernos, para estar en acción, yo AMO las acciones.
Con las acciones puedes decir:
-“Ana Lu, es que yo estuve haciendo todo el día”,
-Y yo: ¿Qué?
-“Llevé, compré, hice…”
-Y yo: listo, ¿Pero cuáles de esas acciones te llevaron a un resultado nuevo hoy?
– “Ay no, ¡ninguna!”
– Ok, entonces esas no las califiques como acciones, estuviste ocupado.
Eso me lleva un poco a esta pregunta, y además, ya hemos hablado un poco de esto, pero quisiera concretar: ¿Por qué muchos emprendimientos no funcionan, Ana? ¿Por qué mucha gente tira la toalla y dice: “Ay no, mira Ana, yo mejor voy y me empleo normal, ¡Yo no puedo más! esto no es pa mí?
La abandonan siendo un hobby caro o un emprendimiento pobre. Lo que yo más he visto, es que abandonan por no tener un modelo de negocio claro, donde no saben qué acciones tomar, donde no saben qué metas conquistar y no tienen estrategia.
Entonces, si tú no tienes un modelo de negocio, es imposible que lo llames negocio, por eso lo abandonas; y nunca fue negocio realmente, fue un hobby caro.
Te preguntarás… ¿Yo cómo sé si estoy en un negocio o en un hobby? Mira, si no tienes modelo, si no llevas finanzas semanales/quincenales/mensuales, si no sabes cuánto te cuesta la hora de tu trabajo, si no sabes cuánto debes producir en el mes para poder superar los gastos, si no llevas metas medibles; o sea, si no sabes medir tu negocio, tú no estás ni siquiera en un emprendimiento.
Tú estás intentando meterte en el mundo del emprendimiento y lo llamas emprendimiento, pero no es verdad.
Emprender no es abrir un Instagram y poner un producto para la venta. Eso es un hobby. Entonces tú pones un post y dices “ay, no vendí”.
No, pero es que el post no es el emprendimiento. El Instagram o cualquier red, es una manera de tú exhibirte y mostrarte, es un canal de visualización más, como un volante, como una valla, como un brochure.
El negocio NO ES instagram. Entonces al tú no tener un modelo y no tener clara la figura del modelo y no saber cuánto tienes que vender, cuánto vender, cuál es la rentabilidad del producto, o sea, no sabes medir nada, eso no es un negocio, nunca.
Es duro escucharlo, lo sé.
¿Cómo construyo mi modelo de negocio?, ¿Cómo aprender a medir mi negocio, lo debo hacer antes de iniciarlo?
Yo he diseñado una plantilla para crear un modelo de negocio de una manera muy sencilla, sobre todo, actualizada a las necesidades de hoy en día, con tanto auge que han tenido las redes sociales.
Yo la rediseñé de la manera como más he percibido el apoyo que he dado a los emprendedores.
Entonces me tomé dos años para rediseñar la plantilla y explicarla nuevamente con mucho más énfasis en marketing, en marca, en relación con el cliente, en relación de cómo me expongo y cómo enamoro para que el cliente me perciba como una marca poderosa.
Esto es Canvas Black. Quien quiera conocer más del tema, pues que me escriba a mi inbox @analublack o se mete de una vez a mi página web.
Hay una cosa que me llama la atención Ana, y es el tema del merecimiento. Es posible que a nosotras no nos vaya bien en el emprendimiento teniendo todos esos elementos (la educación financiera, el modelo de negocio, canvas black, etc), pero como yo no me siento merecedora, como a mí me da pena salir, pedir, poner límites o ponerle precio a mi trabajo… Entonces todo se viene abajo ¿Qué tiene que ver esto con el éxito de un proyecto emprendedor?
¡TODOOOO TIENE QUE VER CON ESO!
Mira, si yo te doy todas las herramientas, toda la tecnología, todo el acompañamiento, todo el paso 1-2-3 en colores amarillo-azul-rojo, para que no te pierdas, y tú llegas a la casa y dices: “Ay no, yo no quiero salir en instagram”, “Pero es que en mi casa qué me van a decir si yo me pongo a hacer todo eso”.
¡No hay nada qué hacer!
Merecimiento tiene que ver con una de las bases más lindas y más sólidas del ser. Si yo no me siento merecedor del éxito, si yo no me siento merecedor de compartirme, si yo no me siento merecedor de todo lo bueno, no de algo, ni un poquito, sino de todo lo bueno; va a ser mucho más difícil aceptarme como exitoso en los negocios.
Va a ser más difícil darle amor al cliente o darle amor al que llega a tus redes, o darle amor al vecino, porque como yo no merezco, al otro le va a dar hasta miedo tocarme. Entonces voy y me expongo en mis redes, pero me expongo con timidez o lo hago mal, pero quiero ganar. O sea, quiero ganar, pero no me siento ganador. Es muy difícil.
Acá en Colombia tenemos una ganadora olímpica que es Mariana Pajón. Le preguntaron por sus victorias y ella respondió: es que yo primero gano en mi mente y después pedaleo. Eso tiene que ver con yo primero me siento merecedor, ganador, exitoso en mi ramo, y después voy y monto mi negocio.
Ahora, si ya tienes negocio, entonces rápido: trabajo interior para volver a salir a vender.
Yo una vez estuve en una mentoría de emprendimiento y la mentora dijo: “piensen que tienen un familiar con cáncer, y a este familiar, ustedes le tienen que pagar la quimioterapia y lo van a hacer con su emprendimiento. Eso les permite hacer que la muevan más rápido”, ¿Tú qué piensas sobre eso y sobre ponerse un sueldo de una?
Te voy a responder la última: el sueldo de una, es un sí-o- sí. Yo lo explico mucho en diferentes videos, y es que si no hay dinero para ti, no tiene por qué haber dinero para nadie.
Eso es comenzar con el pie derecho. Si tu emprendimiento no te está generando lo mínimo para ti (tengo que hablar de lo mínimo que la plabra mínimo casi nunca la utilizo yo) pero si tú te quieres poner un dinero significativo, “ay no, es que yo me quiero pagar 2000$”, vale, puede que al inicio de tu emprendimiento no tengas para 2000$; pero si no tienes para pagarte el transporte, la alimentación, los servicios, el celular, la cuenta de la web, o sea, lo básico para gestionar, es como si yo te contratara gratis.
Mándame tu hoja de vida, que yo también te contrato gratis; entonces, como tú nunca te contratarías gratis, “ay, Ana Lú me está contratando gratis y tengo que ir a su casa todos los días”, ¡No!
Si tú no tienes lo mínimo para empezar, entonces no empieces, porque tu mente va a estar pensando en crear desde la escacez.
Comienza pagándote para crear desde la abundancia: este negocio me va a dar y me va a dar mucho. Me voy a poner un límite, me voy a poner el primer año y este monto financiero. Esto para responder la primera pregunta y que quede claro: si no te estás pagando, es evidente que estás en un hobby muy caro.
Ahora, me preguntaste, sobre el motivador para producir el dinero, aparte de la pasión, estaba el ejemplo del familiar con cáncer, ¿Qué pienso de eso? ¡Eso está buenísimo!, es más, ponga a todos enfermos: papá, mamá, al hermano, todos están enfermos y usted es el único que los puede salvar.
Si tú en estos momentos tienes un emprendimiento que no está muy conectado desde el ser – y es normal, que no todos tienen que ser así transformacionales- Si tú te conectas con: con este negocio, en los primeros dos años me voy a comprar mi pasaje a Australia, y lo voy a lograr sí o sí; y todo lo que poco a poco acumulas de ese dinero para lograr tu objetivo, eso va a ser un aliciente, porque ya no se trata de vender cupcakes, ya no se trata de vender zapatos, se trata de tu sueño.
Yo todos los días miro mis sueños y todos los días me visualizo conquistando mis propios sueños; o sea, ese es el tema del soñalizador: Tener grandes sueños.
¿Qué tiene que tener un soñalizador para que sea soñalizador?
Se nos olvidó soñar Mari, se nos olvidó que esta vida es una, que la vida se va en un santiamén.
Hace poco acá en Colombia hubo una muerte muy sentida, pues porque era un chico famoso. Y yo me cuestioné… Pero es que no solo ha muerto él, yo podría haber sido él, estar en un semáforo esperando que cambiara la luz y me dispararan a mí.
Entonces tú no sabes cuánto tiempo vas a tener para realizar tus cosas. Qué rico que todos los días dijeras: Voy a disfrutar mi día a día, recogiendo el dinero, proyectándome y amando mi entorno para llegar a ese sueño.
Entonces soñalizadores, tengan los sueños que sean, de salud, de amor, de finanzas, de relaciones personales y espirituales, de lo que sea, porque ustedes son seres íntegros.
¡Tengan grandes sueños!
Segundo, comprométete con tu vida, o sea, no esperes sentado a que “Dios proveerá”. Dios no va a proveer si tú no provees primero. Y yo amo a Dios.
No hablo de la religión católica, ni de ninguna otra religión; soy absolutamente espiritual porque creo en una energía y una fuerza divina, algo que nos genera intereses, no estoy atada a ninguna religión, como no lo estoy a ningún colegio ni a ninguna metodología; pero sí sé que el universo no me va a proveer, sí sé que si yo no me muevo, algo no va a pasar, entonces tengo que ser coherente con lo que pienso, lo que sueño, lo que pido y lo que hago.
Soy coherente en mi día a día. Soy coherente pa’ Dios cuando digo que quiero empresa, soy coherente en mis acciones diarias para que así sea, compro un producto – ejemplo, el Canvas Black- y soy coherente en abrirlo, ver y tomar acciones que “esa vieja loca me está hablando en mis redes sociales”.
Pero hay que ser muy disciplinado…
Te voy a completar: disciplinada e inteligente.
Tú puedes estar trabajando mucho, pero puede que no te hayas medido en cuál es el objetivo a conquistar, por ende, tus acciones tal vez no te llevan al objetivo.
Entonces, siéntate y escribe en qué se va tu día, cuáles son todas las acciones que tienes en tu día y mídelas, cuáles de ellas te acercan a tu objetivo, y las que tú sientas que puedas delegar, delégalas.
Ese es uno de los grandes cambios que veo cuando hago videos personalizados, le digo a la persona: dime durante las 8 horas del día, qué es lo que normalmente haces, y es muy factible que 3 o 4 sean llevándole el producto al cliente.
Y le pregunto: ¿Cuánto vale un mensajero en tu ciudad para que lleve el producto? –“2$”; Ok, vale ¿Qué producto haces? – “Una torta”; ¿Y cuánto vale la torta? – “30$”; ¿Y cuántas horas te demoras haciendo la torta? – “Dos horas”; ¿Y cuántas horas estás mensajereando? – 3 a 4, porque mientras voy, la recojo, la llevo, la entrego y vuelvo; Ok, tu mensajería de 4 horas, que te ganas 35$ por cada dos horas, porque son dos tortas, te está costando 70$ ser mensajero de tu propia empresa.
Y eso no lo ven, ¿Sabes por qué? porque tú crees que tú eres gratis, y tú no eres gratis.
Cuando ya estás consciente de los números, puedes hacer muchas cosas… Eso es lo que hago y ese es mi estilo bullchingniano…
¿Me puedes decir cómo hacer un mapa de los sueños?
Bueno, vas a recortar todas las imágenes que tú sientas que son representativas, muy específicas de lo que sueñas.
No te vayas a sabotear, si es la playa de Cancún, es la playa de Cancún, no la que tiene el agua asquerosa de la vuelta de la esquina; si es un carro, es el carro que tú realmente quieres y pones todas las áreas, como te mencionaba: financiera, salud, relaciones personales, espiritualidad, sexo, crecimiento; o sea, que sea un mundo, es que es un mundo completo.
Y lo vas a pegar… Lo recortas… Con amor, ojo, que estas cosas funcionan.
Tú no puedes estar recortando las imágenes con cara de popó: “Ay no, qué pereza recortar esta vaina tan pendeja… esa vieja dijo que cortáramos y pegáramos eso ahí, qué cosa tan ridícula…” ¡No!
Tiene que ser como: “Qué rico es mi vida, me estoy proyectando, mis ojos van a ver la realidad, me voy a proyectar a que todo es ganador/sanador, o sea, soy ganadora”.
Ese es como el tip más grande que te puedo dar: que lo hagas con amor, que combines todas las áreas de tu vida y que sientas, que la emoción es el lenguaje de los sueños, que las palabras son las acciones del pensamiento, pero la emoción de sentimiento es el lenguaje.
¿Hay emprendimientos que se estancan o se acaban porque la gente tiene mucho miedo, no?
Sí, sabes qué, yo diría que más que querer ocultar o tener miedo, es qué no conoces de ti.
Cuando no nos hemos conocido, tenemos mucho miedo de lo que el otro vea, entonces cuando yo ya me miro en el espejo y me valido y me reto y tengo conciencia – que es la gran palabra desde el ser, soy consciente de mí-, el que yo me equivoque, no va a importar mucho o nada.
Entonces claro, ese qué dirán, qué ruido, qué feo, qué es esto, es lo que nos perturba… pero cuando ya hay conciencia desde el ser, desde adentro, el conocerme, lo que tú opnines, ¿sabes qué? ya no importa tanto.
Sigue a Ana Lu Black en su instagram: @AnaLuBlack
Gracias a Erika Schuttmann por permitirnos hacer esta entrevista.