Carta a una amiga que es mamá

Querida amiga:

Quizá no me conozcas, quizá nunca nos veamos. Pero somos amigas. Por eso, hoy quiero decirte que está bien:

Está bien si no tuviste ánimos para pararte de la cama hoy.

Está bien si le gritaste a tu hijo y luego te arrepentiste y te sentiste la peor mamá del mundo.

Está bien si (otra vez) faltaste al gimnasio.

Está bien si tu hijo cenó (otra vez) nuggets con salsa de tomate.

Está bien si preferiste ver una comedia romántica a ponerte al día con el trabajo.

Está bien si no lavaste la ropa porque no te dio la gana.

Está bien si sentiste algo feo: envidia, celos, culpa o remordimiento.

Está bien si caíste de nuevo en la relación tóxica de la que tanto intentas salir.

TE DIGO QUE ESTÁ BIEN PORQUE ESO NO ES LO QUE ERES. ES LO QUE ESTÁS PASANDO HOY Y HAY QUE VIVIRLO.

Pero también te digo lo que creo que no está bien (Porque somos amigas ¿no?):

No está bien quedarse a vivir en la cama, porque te consume, te quita fuerza y belleza.

No está bien perder el juicio con nuestros hijos todos los días, porque no solucionamos nada y les enseñamos que perder la paciencia es una de las vías.

No está bien descuidar nuestro cuerpo todos los días. Encuentra el ejercicio que más te gusta y disfrútalo, súdalo.

No está bien darle comida chatarra siempre a nuestros peques, porque queremos que sean fuertes y sanos.

No está bien dejar de lado el trabajo siempre porque nos oxidamos y dejamos de hacer lo que nos gusta y además nos permite mantener nuestra familia.

No está bien dejar la ropa sucia y la casa hecha un desastre para siempre, porque nuestro espacio se refleja en nuestra mente. Una casa bonita te dará una mente bonita.

No está bien sentir cosas feas a diario porque dejamos de atraer cosas bonitas. Nuestros pensamientos forjan nuestro día a día. Pensar bonito es vivir bien. Agradece lo que tienes y sonríe sin razón. Las cosas bellas irán apareciendo. Te convertirás en un imán. Esto te lo digo por experiencia.

No está bien caer a cada rato en esa relación que te consume, te pone amargada y fea.

Ese ex que te llama solo para hacerte llorar aunque tenga una “feliz relación”. Esa amiga que solo te llama para quejarse o para hacerte sentir menos. Lo más bonito de esta era es que podemos bloquearlos de todos lados. Hacernos invisibles a su veneno. Inténtalo y sentirás un peso menos sobre los hombros.

Como amiga, hermana y compañera te digo: no estás sola. Y un mal día no te hace una mala mujer, mamá, hija, hermana o esposa. Reconectar con lo que somos es vital: escríbeme, llámame, piénsame. Que nuestra conexión va más allá de muchas cosas y te siento. Siento tu dolor y tu alegría. Eres capaz, eres bella, eres fuerte. Y yo también.

Tu amiga.

¿Quieres recibir información que te empodere?

¡Suscríbete a Asuntos de Mujeres!

¿Qué temas te interesan?
¡Gracias por suscribirte! Recibirás información que te empodera, te hace sentir bien, te da herramientas y te acompaña. Asuntos de Mujeres es un lugar seguro.
Asuntos de Mujeres