El vínculo madre-hijo ¿Es automático o no?

Recuerdo que tenía fecha de inducción de parto.

Pasé casi un día en aquella inducción muy feliz y expectante. Mi hermano, mi mamá y mi esposo estaban ahí conmigo, consintiéndome y emocionándose conforme pasaba el día.

Yo solo quería que llegara el momento y el momento llegó.

-Tenemos que hacerte cesárea, Maricarmen. La bebé viene de medio lado, con un hombro pegado a la oreja y difícilmente podrá salir por parto natural- dijo mi ginecólogo.

Yo siempre pensé que una cesárea no me afectaría en lo absoluto. Pero, sí me afectó; sin embargo, esa es otra historia.

Lo cierto es que en medio del parto yo, casi dormida, solo esperaba el momento del nacimiento de Emilia para mirar la luz que baja del cielo, nos cubre a ambas y produce un enamoramiento inmediato, un vínculo inquebrantable y único que marcaría el comienzo de nuestra relación de amor madre-hija.

Y no hubo luz ni enamoramiento, como tampoco hubo contacto inmediato piel con piel, pues me mostraron a aquella bebé a medias y se la llevaron sin que yo pudiera cargarla ni verla bien (ahora entiendo lo tanto que eso tuvo que ver).

Inmediatamente me atajó la culpa y ese sentimiento extraño de no sentir lo que debería haber sentido al nacer mi hija. Los días pasaron y el vínculo entre ambas no parecía estar por ningún lado. Ahí lo que había era confusión, dudas y mucha culpa, como si yo hubiese sido la responsable de aquello, como si el vínculo dependiera solo de mi esfuerzo o de mis ganas.

Hoy sé que depende de muchas cosas (si tengo un segundo hijo, agradezco que ya las sé).

Por eso me dediqué a investigar, leer y preguntar a los que saben de esto. Mi terapeuta me dijo que el vínculo se iba construyendo, porque al fin y al cabo, Emilia y yo nos estábamos conociendo, relacionando y adaptando y eso, en mi caso, influía en ambas.

Esta es la única foto que tengo con Emilia después de nacer.

Les cuento que hoy, mi vínculo con Emilia, que tiene casi 4 años, es maravilloso e inigualable. Entre ella y yo existe ese poder, esa fuerza, ese magnetismo puro de la relación madre-hija, que por mucho tiempo añoré. Y se los digo porque he decidido escribir este artículo que yo habría querido leer cuando no sentía nada de esto.

AMOR A PRIMERA VISTA… A VECES SÍ, A VECES NO

La primera vez que leí algo sobre el tema, fue en el libro de Tracy Hogg, “El secreto de tener bebés tranquilos y felices”. Para mí, ella es una de las enfermeras y matronas más acertadas en esto del parto y la crianza, y me impactó que al inicio de su libro ella confesara que le había pasado lo mismo con una de sus hijas, pues no sintió un vínculo inmediato ni amor a primera vista.

Entonces escribió esto: “Los ojos se encuentran a través de la habitación y usted queda instantáneamente enamorado, o al menos así ocurre en Hollywood. Pero para muchas parejas reales no es así. Lo mismo ocurre con las madres y sus bebés. Algunas mamás se enamoran instantáneamente, pero para muchas toma tiempo. Usted está exhausta, conmocionada y asustada; y quizá lo más difícil de todo: quiere que todo sea perfecto. Rara vez lo es. Así que no se deprima. Amar a su bebé lleva tiempo. Como ocurre con los adultos, el verdadero amor llega cuando uno conoce a la persona”.

ENTONCES… ¿QUÉ ES EL VÍNCULO MATERNO?

Es el lazo afectivo entre la madre y su recién nacido, que se va construyendo durante la gestación. “Desde el momento mismo en que una mujer confirma su estado de embarazo, visualiza las primeras imágenes de su bebé por ecografía, escucha sus latidos cardíacos y siente sus primeros movimientos”, explica Susana Bueno, Médica gineco-obstetra, defensora del Parto Humanizado y Terapeuta de Hipnoparto.

La experta agrega que a lo anterior hay que sumarle las condiciones emocionales y personales de la mamá. A su vez, el bebé comienza a vincularse a ella desde el quinto mes de embarazo, cuando escucha su voz, sus latidos y sonidos intestinales; además, comienza a sentir también sus emociones y a familiarizarse con su papá.

Y, generalmente, hay un momento muy importante del vínculo madre-hijo, lo que la doctora Susana llama “Hora sagrada”: Después del parto, hay una gran liberación de neuro-hormonas en la mamá y el bebé, que van a influir en el inicio del proceso del apego. “Ambos producen grandes cantidades de Oxitocina, conocida como la hormona del amor y la empatía. A su vez se liberan endorfinas que producen sensación de bienestar en ambos. Surge este estado de enamoramiento”.

Acá es fundamental el contacto inmediato piel a piel entre mamá y bebé, que estabilizará la respiración y temperatura del recién nacido y tranquilizará su llanto. De ahí en adelante, la lactancia materna, el contacto físico, el porteo del bebé y las interacciones diarias mamá-bebé, servirán para fortalecer este vínculo.

PERO LAS COSAS NO SIEMPRE SUCEDEN ASÍ

Algunos estudios dicen que 30% de las mamás no tienen una conexión inmediata con su bebé cuando éste nace. Esto significa que no se produce un enamoramiento inmediato (que esperamos todas las mamás con mucha ilusión).

A esto se le conoce como “Síndrome de extrañamiento materno” y de acuerdo con lo que me explicó la doctora Susana, se produce porque no se libera la suficiente Oxitocina endógena por parte de la madre en el nacimiento.

Esto no se da porque sí, puede producirse por cosas ligadas a la historia personal y emocional de la madre, a intervenciones médicas durante el parto: cesárea programada o cuando se ha requerido el uso de la Oxitocina sintética para inducir el parto.

“Esto puede llegar a inhibir la liberación de oxitocina natural de la madre y bloquear esa cascada neuro-hormonal de la que hablábamos en ese primer encuentro”, asegura la experta.

Y añade: “También, cuando ha habido una separación abrupta del bebé por sus condiciones de salud al nacer, una complicación durante el parto o por las limitaciones que tiene nuestro sistema de salud, que impiden en la práctica, respetar esa primera hora sagrada”.

Por su parte, Valeria Calderón, mamá, educadora prenatal y postnatal, certificada y abogada con énfasis en salud reproductiva, explica que:

“Suele pasar que cuando hay una separación inmediata entre ambos (mamá y bebé) luego del parto, ese comienzo se ve interrumpido; es como si hubiera un corto circuito en un enlace que comienza idealmente luego de dar a luz”,

LA AUTORA DEL BLOG NENESDELECHE Y DIRECTORA DE WWW.BABYAYU.COM, HABLA DE OTROS MOTIVOS POR LOS QUE NO SE LOGRA UN VÍNCULO INMEDIATO:

  • Las semanas que siguen al parto encierran un tiempo de adaptación, recuperación y de enfocar la vida de la mamá hacia una nueva vida.
  • Puede ocurrir que los cuidados permanentes que necesita el bebé se perciban abrumadores, y se afecte el vínculo.
  • No todos los bebés son deseados y puede que su llegada al mundo no venga con una bienvenida.
  • La relación puede verse influenciada por cambios hormonales naturales luego del parto que provocan un ánimo variable.
  • Algunas mujeres sienten melancolía e incluso depresión postparto y muchas no logran un contacto visual o físico con sus pequeños.

LA DOCTORA SUSANA AGREGA OTROS ELEMENTOS QUE NO DEBEMOS PASAR POR ALTO:

  • Contar con una red de apoyo o no influye mucho.
  • El embarazo podría hacer revivir miedos, conflictos emocionales no resueltos frente a la maternidad, frente a la relación con nuestra propia madre o en relación con nuestra sexualidad en el pasado. Incluso, nos conecta con nuestra propia historia de nacimiento.

PERO CALMA, ESTO NO ES IRREMEDIABLE

“Aún siendo muy importante que el vínculo se dé de forma temprana, el hecho de que si por alguna causa, se llegara a ver interrumpido, no implica que no se vaya a lograr”, dice Valeria.

Mi recomendación personal es echar la culpa a un lado, informarse bien de la probabilidad de que esto suceda, conocer qué cosas favorecen un sano vínculo inicial y si éste no se siente, trabajar en construirlo, promoverlo y alimentarlo sin confusión, comparaciones ni ataduras sociales.

ACÁ LES DEJO LAS RECOMENDACIONES DE AMBAS EXPERTAS:

  • Mantente siempre cerca y no pierdas el contacto piel a piel con tu bebé. Permite que el papá participe de este proceso y se involucre cada vez más en construir un vínculo y un apego sano y seguro. ¿Cómo? Bañándolo, cargándolo o haciéndole masajes.
  • Carga a tu bebé con confianza. “Los portabebés son ideales porque contribuyen de forma sutil al contacto con el pequeño, brindando la posibilidad de las manos libres. Cargar da la sensación de afianzar el vínculo y contribuir a que ambos se sientan en su ‘hábitat natural”, dice Valeria.
  • “Dormir cuando el bebé duerme, usar ropa confortable, dar el pecho acostada y charlar con una amiga. Alimentarse bien, dar una vuelta, consentirse con algo y pedir ayuda en algún quehacer… Siempre digo que cuando una madre se siente contenida puede contener a su bebé”, agrega.
  • La educadora prenatal, asegura que esto aplica en hijos adoptados, y que el proceso podría llegar a ser más lento, porque va a depender de las condiciones anteriores del niño y su nueva mamá. “No sería raro esperar reacciones negativas o que el lazo no se dé tan pronto, porque es un proceso que necesita adaptación, porque hay una historia previa y vivencias anteriores a la adopción que influenciarán el nuevo camino”. Pero la dedicación, interacción y el respeto, fortalecerán ese vínculo recién creado.
  • Por su parte, la doctora Susana recomienda algo que para mí es vital: “Es fundamental buscar redes de apoyo durante la gestación. El poder compartir y verbalizar nuestros miedos, el reconocer ese sentimiento de desconexión sin culpa y sin temor a ser juzgadas, es el primer paso”.
  • Ella recomienda: Yoga Prenatal, Hipnoparto, meditación o danza del vientre.
  • Comparte espacios con otras mamás que hayan pasado por la misma situación y que lo hayan superado.
  • Prácticas como el masaje Shantala para el bebé, descubierto por el obstetra francés F. Leboyer en India, tiene la propiedad de estrechar el vínculo entre mamá-papá y bebé.
  • Cuando sea necesario, pide ayuda profesional a psicólogos o psiquiatras perinatales. En Medellín, te recomiendo a Clara Vélez de @sermama.col, a Ana Morillo del programa “buennacer” y a la doula @dianadelamontana

EL PAPEL DE LOS MÉDICOS

“Es misión de nosotros, los profesionales de la salud que trabajamos en el área del nacimiento, velar por propiciar al máximo las condiciones necesarias para el adecuado apego entre mamá y bebé. No nos cuesta nada, solo es cuestión de que obstetras, anestesiólogos, pediatras, enfermeras e instrumentadoras, abramos más nuestra mente y dimensionemos el momento tan trascendental del que somos partícipes”, afirma la doctora Susana.

Y NO OLVIDES…

  • La lactancia es fundamental para promover el sano vínculo de amor entre mamá y bebé; sin embargo, a veces no se puede amamantar. En este caso, la doctora Susana aconseja realizar la lactancia artificial en íntimo contacto con el bebé, mirándolo a los ojos y abrazándolo cálidamente.
  • Infórmate sobre tus derechos al momento del parto, acompáñate de gente que te apoye y te dé tranquilidad y alegría.
  • No dejes a un lado a tu pareja, haz que éste se meta también en el cuento y comparta esta tarea hermosa de crear y fortalecer vínculos.
  • No te quedes callada, comparte lo que sientes, sin culpas y sin miedos. Te darás cuenta de que no eres la única.

Sí, es posible que como primerizas paguemos novatadas. Pero si ese es tu caso, espero que esta información sea útil para tu parto. ¡Qué tengas mucho éxito! Si la luz divina del enamoramiento no baja de inmediato por arte de magia, bájala tú y verás qué bien se siente.

Fotos: Maricarmen Cervelli.

Gracias a:

Valeria Calderón: mamá, educadora prenatal y postnatal certificada, y abogada con énfasis en salud reproductiva.
Blog www.nenesdeleche.org
Emprendimiento:  www.babyayu.com
Doctora Susana Bueno Lindo: Médica gineco-obstetra, defensora del Parto Humanizado y Terapeuta de Hipnoparto.
Página web: www.doctorasusana.com
www.facebook.com/doctorasusana

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