No hay nada más reconfortante que llegar a casa, quitarse el sujetador, hacerse una coleta y tomarse una buena copa de vino. Esa copa de cristal es capaz de absorber todos y cada uno de los problemas que tenemos (por lo menos, durante unas horas ¡puf! Magia adiós so long).
Pero el vino, amigas, no sólo se lleva nuestros problemas, nop… Se lleva también las arruguitas, que inevitablemente salen a raíz de ellos.
Tengo vuestra atención ehh… Las toallitas exfoliantes de la marca coreana Neogen[1], utilizan el vino tinto como una forma de luchar contra los radicales libres (¡malditos radicales libres!) que generan arrugas, ya que el vino es antioxidante. Así que es una forma de retirar esas impurezas de la piel, a la vez que luchamos contra las arruguitas…(No esta nada mal para uno sólo producto).
¿CÓMO USARLO?
Más sencillo imposible. Te desmaquillas y limpias bien la cara. Sacas uno de los discos que viene impregnado en el vino fermentado y por la parte entrecruzada, pasamos el disco por todo el rostro y cuello.
Esta primera parte es la que hace el efecto peeling. Después giramos el disco y con la parte acolchada repetimos el proceso sin olvidar el cuello. La parte más suave es la que elimina cualquier resto de impureza que puede haber quedado atrás. Por último, lavamos la cara con agua tibia y ¡Tachán! Así de fácil veremos la piel suave y jugosa.
Después, simplemente seguimos nuestra rutina de serúm e hidratante. Yo recomiendo hacerlo por la noche una o dos veces por semana, y verán los resultados desde el primer uso (palabrita de solterona sin gato).
Así que ya saben… otra forma de beber vino ahora es a través de nuestra piel.
Aquí les dejo el dato para que lo compren:
Neogen Dermalogy Bio-Peel Gauze Peeling Wine (18 US$ en Amazon)
[1] Para bien y para mal, todo lo pago de mi bolsillo así que las opiniones son mías y sólo mías. No esta patrocinado por ninguna marca.
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Foto: Pixabay y Soltera sin gato.