¡Hola! estamos muy entusiasmadas por escribir para ti, queremos recorrer contigo este camino de conexión y posibles cambios, queremos recordarte que siempre es buen momento para conectarse con los deseos, con tu sexo, con el placer y vivir con entusiasmo nuevas posibilidades no desarrolladas.
Nosotras decidimos cambiar el discurso sobre la sexualidad femenina intentando demostrar, desde la divulgación científica y dinámica, que todas tus dudas y deseos tienen una traducción neurobioquímica de la que puedes sacar partido: llenando tu historia de Ti y convirtiéndote en tu mejor versión.
La plenitud sexual va más allá de la búsqueda física de la satisfacción propia o en pareja. Sabemos que tus miedos, placeres, tabúes, desconfianzas o bloqueos mentales son respuestas naturales de tu cuerpo. Tener conciencia de tu respuesta sexual, de tu cuerpo y tus zonas erógenas, de tus hormonas y emociones, hace que conectes íntegramente con tu sexualidad y tu esencia como mujer.
Tú puedes sentirte plena en muchos aspectos, pero la satisfacción sexual es un pilar fundamental de la vida que se deja de lado, intentando sobresalir en otros roles, olvidando el rol que te identifica y da centro al resto: el rol de mujer. Eres un ser sexuado y no puedes ni olvidarlo ni ocultarlo, cuando esto sucede la sensación de bienestar se pierde. La sexualidad satisfecha permite que la dinámica de todas tus relaciones fluya, sobre todo la relación contigo misma.
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Estás viviendo una época de transición maravillosa, casi tan particular como la posterior a la antibaby pill seguida de por la revolución sexual de los 70. Si bien es cierto, muchos cambios han sucedido, pero persisten varios escenarios en el ámbito sexual femenino que necesitamos cambiar:
- La invisibilidad construida por la sociedad y que las mujeres perpetúan al velarse la posibilidad de disfrutar del placer y de disfrutar del sexo sin cumplimentar requisitos.
- Requisitos impuestos y que funcionan para satisfacer a la pareja y mantener el estado armónico de una relación, la necesidad constante de mantener el status quo por encima de las propias necesidades, la mujer se ha desplazado y se hecho invisible hacia su propia sexualidad.
- Pareciera que la coexistencia de una madre sexualmente satisfecha sin un cuerpo de modelo y exitosa en su carrera es imposible. La imagen de la plenitud sexual está estereotipada y vinculada a mujeres voluptuosas perfeccionadas por el photoshop con relaciones sexuales perfectas y orgasmos interminables, sin defectos, sin problemas. Resulta que para todas, esas están en las portadas de revistas y películas…
Pero esa mujer natural, que se desnuda, es decir, tú que nos lees, quien desea que la deseen, quien a veces tiene orgasmos y a veces no, quien tiene preguntas sobre su vida sexual, sobre el deseo sexual, sobre cómo mantener la chispa en una relación, quien durante el puerperio le duele un montón su vulva y está reseca y la cuarentena acabó, pero hay que mantener el status quo y montar la escena. A ti, que eres una de nosotras es a quien le queremos escribir.
Deja a un lado el resto, deja de ser la mujer que vacía su historia en otras o se olvida de vivir a plenitud la propia. Te invitamos a que aprendas en este camino a incorporar con naturalidad uno de los mejores poderes que tenemos: dar y sentir placer. Te invitamos a que te responsabilices sobre tu sexualidad a que explores y llegues a Tu normalidad.
En el sexo lo normal es lo que te funciona, mucho o poco sin contabilizar, pero que a ti te haga sentir plena y satisfecha. No hay números que completar, ni reglas que cumplir, pero sí hay que cultivar el deseo, el amor propio, la decisión de conectar con tu genitalidad, de cuidarte íntegra, desde la cara hasta tu vagina, porque se puede escoger tenerlo a punto o no tenerlo.
Es decir estar bien, sentir placer y estar sexualmente satisfecha, se trabaja. No es algo que llegue espontáneamente. Así que a trabajar, para que Tu historia esté llena de ti.
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