Lo confieso: Soy “medio niño” y me encanta

Frases como: ¡Es que tú eres como mi mejor amigo! o ¡Ella es un hombre más! Hacen parte de mi diario vivir, y esto nada tiene que ver con mi sexualidad o feminidad – las tengo muy claras- esto tiene que ver con mi comportamiento.

Ser “medio niño” – como me auto denomino- es no sonrojarse por los comentarios que los hombres hacen cuando de mujeres exóticas o ¨buenonas¨ se trata, es no saludar de beso en la mejilla a mis amigos sino chocando las manos, es escuchar sus historias amorosas y ayudarles a descifrar los comportamientos de algunas mujeres, es reírse de lo cursi que pueden llegar a ser, aunque siempre lo quieren negar; es pagar la cuenta e invitar sin ningún problema.

Pero más allá de ser buena amiga de un hombre, pues casi todas tenemos uno o varios amigos, ser ¨medio niño¨ significa no complicarse la vida por cosas mínimas. No armar una tragedia porque en la oficina una compañera tiene nuestra misma blusa. Es no que llorar viendo una película romántica – tipo, “Yo antes de ti” – Es poder reírse a carcajadas sin pensar en el qué dirán. Es despojarse del maquillaje y saber que así somos hermosas. Es entender que no es necesario tener las medidas perfectas para sentirnos bien con nosotras mismas o para que alguien nos ame.

Es ser directas con nuestro yo interior y nuestros sentimientos. Es no ponerle adornos a lo que queremos decir, es no dar muchas explicaciones sobre las decisiones que tomamos, es afrontar las consecuencias de lo que hacemos con la sensibilidad que nos caracteriza, pero también con valentía y entereza.

Es entender que estar solteras no puede significar estar faltas de amor, pues finalmente lo más importante siempre será el amor propio.

Es también disfrutar de una buena conversación en cualquier calle porque lo realmente importante es la compañía. Es desafiar los miedos, arriesgarse sin tener que pensar tanto; es afrontar los desafíos de la vida y las circunstancias adversas siempre con coraje.

Ser  ¨medio niño¨ se convirtió en mi sello y en mi placa de autenticidad. Es la manera de decirles a las personas que están a mi alrededor que no necesito ni quiero ser parte del ¨famoso sexo débil¨, que no quiero llevar el cabello hasta la cintura para sentirme más bella y que puedo soltar una grosería con gracia y eso no me hace menos mujer. Que puedo tener excelentes relaciones interpersonales con los hombres y eso no significa que quiera ir más allá con ellos.

Y ustedes podrán decir que el término ¨medio niño¨ es machista. Yo lo escogí porque considero que a las mujeres dentro de la familia y la sociedad nos exigen ciertos comportamientos y estándares que a los hombres no, por esta razón es que nosotras debemos alejarnos de esa línea y empezar a cambiar.

Si exigimos ser iguales debemos comportarnos como iguales. Despojarnos de tantas ideas absurdas que no nos dejan avanzar o hacer lo que queremos. Recuerden que los grandes cambios siempre se van construyendo desde las cosas más pequeñas y simples.

Por eso las invito a que se despojen de lo que no necesitan y empiecen a construir su propio ¨medio niño¨.

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