¿Qué significa ser una mamá espiritual?

Cuando me enteré de que estaba embarazada por primera vez, fue como si tocara la puerta a otra dimensión que no es solo física.

Me acuerdo perfectamente del lugar, de lo que hice y de a quién llamé primero; solo miraba hacia arriba y daba gracias: no podía creer que esto estuviera pasando.

Para quienes no me conocen, yo tuve un accidente a muy corta edad que me dejó como secuela, 90% de mi cuerpo con quemaduras de tercer grado. Así que me sometieron a muchas cirugías y tratamientos que podían influir en mi desarrollo.

Sin embargo, ahí estaba con 90% del cuerpo lleno de cicatrices y dando vida.

Ese primer encuentro con la maternidad me conectó con un nuevo mundo, no sé cómo pasó exactamente, pero fui siguiendo a mi alma en cada cosa que me susurraba.

Me acompañó una doula durante mi embarazo, comencé a leer libros de maternidad, crianza consciente, disciplina positiva y, conforme iba recibiendo la información, llegaba a mí una necesidad de ponerla al servicio de otros.

Poco a poco fui desarrollando el taller de mamá espiritual, cuyo objetivo es que las mamás puedan vivir la maternidad como un viaje de autodescubrimiento, como un espacio para conectar con lo que son y lo que tienen que hacer en esta vida.

 

Si pudiera resumir para mí qué significa ser una mamá espiritual, tendría que desglosar en cinco puntos los aspectos que considero más importantes para lograrlo:

 

Una mamá que se focaliza en ella

Este punto implica que la mamá sabe que tiene que trabajar en su propia vida, que no hay mejor legado para los hijos, que el propio camino.

Es una mamá que voltea a verse ella primero, antes que a sus hijos, pareja y padres. En resumen, es una mamá que sabe que trabajando en ella, todo se vuelve más fácil para quienes la rodean.

 

Una mamá que se ha separado emocionalmente de su madre

Que la ha puesto en el lugar que le corresponde: agradece el mayor regalo que ella le ha dado, la honra y la acepta como la mujer perfecta para su crianza.

Quienes logran tener este aspecto resuelto, viven mucho más felices y abiertos a la vida, puesto que nuestra madre es la entrada a este plano.

 

Una mamá que se ama

Significa que es una mamá que se reconoce y se quiere, que atiende sus necesidades y, sobre todo, se cuida, porque tiene muy claro que para poder nutrir a sus hijos tiene que nutrirse ella primero.

 

Una mamá que se da cuenta y está lista para tomar esa responsabilidad

 Se trata de una mamá consciente: que se auto observa y que cuando hay algo que no está bien en su vida o algo no hizo bien, está dispuesta a aprender y reparar sin culpa y sin victimizarse.

 

Una mamá que confía en su ser superior

Sin importar cual sea, pero que tiene la certeza en la vida y no tiene miedo de ella.

 

Estos cinco aspectos son para mí, el significado de ser una mamá espiritual.

Y estaré encantada de recibir a todas las mamás que se conecten con estos aspectos o que les gustaría tenerlos en sus vidas, a través de los talleres presenciales o los que son en línea, que se pueden tomar desde cualquier lugar.

Agradezco mucho el tiempo que se tomaron al leerme y espero de todo corazón les sirva este escrito como un espacio de reflexión para escuchar lo que el alma nos está tratando de decir.

 

Y estoy feliz de anunciarles que muy pronto estaré en Medellín con varios talleres y conferencias, uno de ellos es el de Mamá Espiritual

 

 

 

Fotos: Pixabay

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