Entrénate para decirle adiós a la inseguridad

Más del 80% de las mujeres en alguna etapa de nuestra vida, nos hemos sentido inseguras, poco importantes, reconocidas o amadas. En el día a día, por ejemplo, tenemos miedo de expresar nuestros pensamientos o nos sentimos inseguras cuando queremos arriesgarnos a usar un atuendo diferente o cambiar nuestro look.

…Y esto nos lleva a cuestionarnos ¿Es normal ser inseguras? ¿Viviré siempre así? ¡No entiendo por qué, si lo tengo todo, soy insegura!

Ciertamente, estas son dudas que muchas veces batallan en nuestra mente día a día, sobre todo, cuando queremos alcanzar un objetivo y de pronto nos damos cuenta de que pasa el tiempo y no logramos tomar la decisión o vemos cómo esto lleva a que nuestras metas se vean frustradas.

PERO, ¿QUÉ ES LA INSEGURIDAD?

La inseguridad es exceso de miedo e insuficiencia de confianza.

Nace de experiencias muy tempranas en donde aprendemos que para pertenecer y sentirnos importantes, necesitamos la aprobación de los demás, estamos expuestos a la comparación, hacemos énfasis en las cosas que se nos dificultan y no potenciamos las habilidades que poseemos.

El miedo hace parte de nuestra vida, pero solo de ti depende qué tanto poder le das. Dado que muchas veces nuestras acciones son el resultado de lo que pensamos, debemos considerar que todo pensamiento viene acompañado de una emoción que, dependiendo de su naturaleza e intensidad, nos llevará a una conducta final.

POR ESO, QUIERO DARTE TRES CONSEJOS QUE TE AYUDARÁN A COMBATIR LA INSEGURIDAD Y A REDUCIR SU IMPACTO EN TU VIDA

NO CONSIENTAS EL MIEDO

El primer paso que nos ayudará a trabajar en la inseguridad, es reconocer que tenemos miedo. Y si bien esto puede llegar a hacernos sentir vulnerables, aún por incómodo que sea, debemos aceptar que tenemos miedo si queremos darnos la oportunidad de convertir ese miedo en nuestro aliado y sacar a la mujer guerrera que todas llevamos dentro.

Así que… Haz una lista de tus miedos y busca conectarte con su historia: conoce de dónde vienen y reconcíliate con ellos.

Toda situación o hecho que viviste u observaste en algún momento de tu vida y te hizo pensar que no podías ni que eras capaz (o que no te merecías lo que deseabas), está anclado a un aprendizaje que debes abandonar. Por este motivo, es necesario reconocer tu historia, aceptarla y comprender que en este momento, esto no te define.

En segundo lugar, racionaliza el miedo; no lo consientas ni lo alimentes con pensamientos negativos. Cada vez que tienes un pensamiento de esta naturaleza y lo repites, este cobran fuerza y se convierten en una voz de autosaboteo que te limita y te cierra a la posibilidad de conseguir lo que quieres. Tu cerebro no logra diferenciar la realidad de un simple pensamiento y activa todo lo que te genera parálisis. ¡Hoy es hora de reaprender y dar el paso para conseguir lo que realmente quieres!

CONVIÉRTETE EN UNA EXPERTA DE TI MISMA

Necesitamos que el tanque de nuestro motor esté lleno y su combustible es la confianza.

La confianza parte del reconocimiento de quién eres; de saber cuáles son tus habilidades, talentos y también tus debilidades. Conocerte hace que no te dé miedo cuestionar, equivocarte o pedir ayuda.

Hoy hay una idealización de la mujer, que es irracional y dañina. Se nos proyecta una mujer irreal y desde una perfección que nos lleva a vernos desde la carencia: a tener los ojos puestos en lo que nos falta y a vivir de supuestos que muchas veces llevan a reprocharnos con frases como: “Si tan solo fuera… sería perfecta”.

Si este es tu caso, te entiendo. Aún cuando por mi experiencia sé que esto ocurre con más frecuencia de la que uno quisiera, es necesario que a partir de hoy renuncies a esos pensamientos que no te dejan avanzar.

La perfección que tanto anhelamos está en lo que somos; en tu esencia que te hace única y en saber que entre más te conoces, más posibilidades tienes de sacar tu mejor versión.

Hoy debemos ir más allá de lo que estamos sintiendo. Hay que aprender que podemos sentirnos mal, pero que podemos elegir si nos dejamos llevar por los sentimientos o hacemos lo que nos corresponde y elegimos cómo nos queremos ver y qué vamos a hacer para llegar hasta donde queremos.

Las mujeres somos emotivas y esto no es malo. Solo debemos aprender a gestionar nuestras propias emociones a partir de conocerlas e identificarlas para que no nos controlen.

HAZ DEL PENSAMIENTO OPTIMISTA UN HÁBITO

No esperes sentirte segura para poder actuar. Comienza hoy y haz pequeñas acciones todos los días que cultiven en ti un sentimiento de bienestar que te haga sentir realmente segura más adelante.

Reconoce tus virtudes y cualidades todos los días y cada vez que puedas, repítelas. El aprendizaje en el cerebro se da por medio de la repetición. De esta forma un nuevo hábito logra desarrollarse cuando hacemos la misma actividad durante 21 días consecutivos.

No obstante, debes tener claro lo que quieres, y ser consciente que toda decisión implica una renuncia y salir de tu zona de confort.

Establece prioridades y ponte una meta acompañada de objetivos alcanzables en el tiempo. Reconocer y alinear lo que piensas, sientes y haces, es la clave para conseguir todo lo que quieres.

Finalmente, y no menos importante: NO TE COMPARES. Cada vez que lo haces te quedas en el exterior, y pocas veces logras ver la profundidad.

Incluye en tu rutina el ejercicio. Cada vez que haces más de 20 minutos de actividad física, alimentaras tu cerebro de endorfinas y éstas te darán bienestar.

“El secreto para ser una mujer segura es aceptar dónde estás en la vida y sacar el máximo partido todos los días. ¡Sé tú!”.

NO DEJES DE VER LA PÁGINA DE LA PSICÓLOGA ANGELA PRADILLA

Foto por: Brooke Cagle en Unsplash

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