Después de los 12 rounds del evento, el mejor preparado y equipado se lleva la victoria porque llegó al final.
Hola, soy Ninfa Esther Solano y tengo 38 años. Nací en San Juan de Puerto Rico, soy madre de una hermosa adolescente, Elizabeth de 19 años de edad.
Soy alguien, a quien creo, te interesaría conocer.
En mi vida personal no importaron las veces que pude ser sacada de la zona de pelea, nunca importó cuan fuerte fue la presión para ser eliminada del juego, siempre me mantuve enfocada y volvía a reubicarme en la pelea.
Hoy puedo decir orgullosamente que soy la creadora del concepto “Spoxing” y socia activa de dos franquicias para “EPIC BOXING AND FITNESS”, en Tampa, Florida.
Es aquí en este terreno donde encontré la motivación para mi vida y el método para ayudar a otros en su diario vivir.
Una de mis mayores habilidades es la de poder concentrarme y enfocarme durante el proceso del arduo entrenamiento, y al mismo tiempo, poder mantener un espíritu sencillo dentro de la rudeza del deporte.
Mi fe en Dios ha sido mi mejor atributo por que me ha ayudado a enfrentar cualquier clase de obstáculos que se me han presentado. He podido salir adelante trabajando en este terreno donde predominan los hombres. No ha sido un reto fácil, pero he podido superar el mito de ser mujer y liberar muchas batallas haciendo mi trabajo con excelencia.
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En la vida he tenido muchos retos y en el plano emocional, situaciones muy difíciles; pero el reto más importante en la ultima década ha sido mi sobrepeso.
Se supone que entrenadores como yo deberían tener un cuerpo ideal. Irónicamente, mi trabajo es ayudar a otros a bajar de peso, mantenerse en forma y motivarles con su autoestima.
No sé como pude hacerlo cuando mi peso estaba totalmente fuera de control.
Para 2013, mi matrimonio comenzó a derrumbarse. Mi (ex)esposo se convirtió en alguien a quien no conocía. Experimenté abusos en todo los niveles: emocionales, físicos y financieros. Era una tortura diaria: Me ponía sobrenombres, y criticaba mi trabajo como entrenadora, esposa y sobre todo como madre. Yo tenía que remendar mi ropa ya que no podía comprar nada en ese momento.
Un día mi hija le preguntó: ¿Por qué no ayudas a mi mama, si tu tienes más (dinero) que ella?… Esto fue una gran vergüenza para mi vida.
Mi estado emocional estaba comprometido por tanto abuso, y es que creía que todo lo que me decía era cierto. Me sentía perdida y sola, hasta que me di cuenta de lo mucho que yo había permitido que mi hogar se destruyera hasta ese punto y sobre todo poniendo en riesgo mi salud ganando, porque gané 150 libras (68 kilos) debido a la ansiedad.
Mis clientes me llamaban “Esther la bestia”.
Mi fe en Dios y mi responsabilidad como madre me dieron la determinación de comenzar el proceso de divorcio y lograr mi independencia. De ahí en adelante fue otro amanecer, pude levantar mi propio negocio comenzando en el patio de mi casa. Mis sueños empezaron a despegar, desarrollarse y tomar forma… Volví a brillar.
Hay un dicho que dice “Estoy harto cansado de estar harto cansado”… Algo así me pasó a mí, cuando decidí ponerle punto y fin al tormento que estaba viviendo con mi esposo después de la última pelea.
Todo comenzó cuando le pedí dinero para comprar alimentos, fue como encender fuego o tocar algún botón equivocado. Mi ahora ex-esposo comenzó a gritarme e insultarme. Palabras feas unas detrás de otras… Repetía que era una perdedora y una madre irresponsable, me perseguía por toda la casa hasta que pude esconderme en uno de los baños. Duró 30 largos y humillantes minutos golpeando la puerta y pidiéndome que saliera de ahí. El único alivio que sentía en ese momento era saber que mi niña no estaba en casa para presenciar todo el acontecimiento.
Dos semanas después, en uno de los entrenamientos de BOOT CAMP, antes de comenzar me tocaba recibir el pago de mis clientas, y vaya coincidencia que una de ellas es Doctora en Psicología. Mientras estábamos en la plena sesión, le dije: “Muy bien doctora…. Mira qué bien luces…”Y ella respondió: “Sí, soy doctora en psicología, especializada en violencia domestica”.
Fue una señal inminente. Mis ojos se llenaron de lágrimas y solo le respondí: “Please, fix me”… Su amiga que estaba a su lado, también dijo: “Yo soy abogada en casos de familia y divorcios”.
Ellas me llenaron de fuerza, me cuidaron y fueron mis ángeles para poder superarme y continuar con mi vida.
Y así nacio “Spoxing”
Luego, nació el concepto de “SPOXING”, un régimen poco ortodoxo que consiste en “Spinning y Boxeo”. Al igual que el entrenamiento de los boxeadores, consiste en segmentos de 12 rondas, permitiéndole al cuerpo, no solo perder peso sino también desarrollar resistencia y aumentar los niveles de energía.
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Cambiando mis hábitos de alimentación, más una rutina eficaz de ejercicios y mi fe, he podido bajar esos kilos de más. Ya estoy por lograr mi meta. ¡SÍIII! Ahora me siento llena de vida y así puedo ayudar a otros.
Este concepto no solamente ayuda a mantener el cuerpo en excelente estado físico, sino que también ayuda al sistema emocional, debido a que el boxeo libera las tensiones.
Esta combinación nos permite tener una vida más saludable y longeva.
Mi sueño seguirá siendo ayudar a otros y poder seguir expandiendo este concepto en todo los Estados Unidos, Centro y Suramérica. Seguiré animando a otros a superarse y sentirse acompañados y a saber que sí se puede.
Aquí tienen un ejemplo frente a sus ojos y esa soy yo.
Fotos: Ninfa Esther Solano.