Muchas pacientes con demasiada frecuencia incurren en errores que, analizados en retrospectiva, parecen previsibles con un poco de sentido común; sin embargo, se siguen repitiendo tan a menudo que es necesario insistir en ellos atendiendo a la premisa:
“Lo sabido por sabido se calla y por callado se olvida”.
Por eso, te voy a dar las siguientes recomendaciones:
Acerca del cirujano: Debes verificar que tu cirujano sea especialista en cirugía plástica y reconstructiva, pertenecer a la Sociedad de Cirujanos Plásticos del país donde ejerce, que esté disponible para tus controles postoperatorios y que puedas verificar su experiencia e idoneidad fácilmente a través de internet, conocidos y amistades que puedan contar su experiencia.
Acerca de la clínica: Debe contar con servicios de hospitalización y cuidados intensivos, que sea una institución con trayectoria reconocida y equipos modernos. Si se trata de un caso con anestesia general, preferiblemente que no sea un centro de cirugía ambulatoria. Desconfía de establecimientos quirúrgicos ubicados en centros comerciales y no te realices procedimientos invasivos (inyecciones, hidrolipo, bótox, hialurónico, etc.) en estéticas, peluquerías ni gimnasios.
Acerca de ti: Debes encontrarte en perfecto estado de salud (sin gripe, sin malestar, sin tos y sin dolor). Realízate todos los exámenes pre-operatorios indicados por tu médico, incluyendo una prueba de embarazo. Nunca mientas sobre tu estado de salud ni manipules los resultados de los exámenes por interés de operarte rápido. Si algún examen resultó insatisfactorio debes recibir tratamiento y repetir la prueba. Sigue atentamente las indicaciones de tu doctor, lee todos los récipes, no obvies cosas por insignificantes que parezcan y jamás trates de “pasarte de lista” (hacer actividades que te fueron proscritas o dejar de cumplir indicaciones por ahorrarte el dinero).
Recuerda siempre que el proceso no termina cuando te operas, ese es justamente el inicio, no subestimes los cuidados, reposo y alimentación del postoperatorio. No manipules tus curas ni destapes tus heridas, no permitas que personas no calificadas te den indicaciones o te hagan curas.
Un médico general o de otra especialidad, por el solo hecho de ser médico no necesariamente está familiarizado con tu cirugía en particular ni conoce los pormenores del postoperatorio, de modo que debes apegarte a las indicaciones de tu cirujano y no atender a las de familiares, amigos o vecinos, quienes llenos de buenas intenciones te pueden conducir a complicaciones postoperatorias.
Los comentarios, comparaciones y opiniones de amigas o familiares acerca de los resultados de la cirugía, del aspecto de las heridas y de lo bueno o malo de tu semblante, influyen poderosamente sobre tu estado de ánimo y nivel de estrés durante la recuperación.
Debes estar preparada psicológicamente para escuchar desde sarcasmos y bromas pesadas hasta opiniones negativas apresuradas y comentarios destructivos que, independientemente de la intención, causan un impacto en la mente de la paciente pudiendo incluso generar cuadros depresivos.
No te operes a escondidas de tu esposo o sin el consentimiento de tus padres, de hecho si eres menor de 18 años, necesitas su aprobación por escrito.
Finalmente, lee cuidadosamente el consentimiento informado que te presentará tu doctor o la clínica (va anexo a la historia). En él están resumidos tus factores de riesgo, descripción de la cirugía y posibles complicaciones. Al firmarlo, estás afirmando que entendiste y autorizas la operación, por lo cual es importante que te asegures de comprender los términos allí expuestos y de preguntar todo lo que no te quede claro sin ningún temor de parecer ignorante o desconfiada.
Puedes consultar al doctor Martínez a los números de teléfono:
Venezuela: +58 (261)7413845 // Aruba: +2975920006
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