Dos ovarios. Uno al final de cada trompa.
Desde que tengo 15 años han estado en guerra conmigo. Se pusieron poliquísticos, no ovulaban y se enquistaban.
Los ovarios son los culpables de que cada mes, cuando nos viene la regla, más de una mujer piense… ¡Coñooooo, un hijo menos!
Mis ovarios danzan al compás de las agujas de un reloj, cuyo tictac-tictac es capaz de enloquecer a cualquiera, con el tan temido “reloj biológico”.
¿A QUIÉN SE LE OCURRE PONERLE ESE NOMBRE?
El que inventó ese término, no sabía el estrés que supone estar mirando el reloj mientras esperas a alguien, lo molesto que es el tictac de un reloj de pared cuando intentas dormir o lo desesperante que son los últimos minutos antes de salir del trabajo.
El reloj biológico no tiene edad de activación, pero cuando lo hace, babeas ante cualquier bebé que te pasa por delante. Miras mujeres en “estado de buena esperanza” en cada esquina y todas tus amigas comienzan a tener hijos ¡A la vez!
¿Y TÚ? CUCÚ CUCÚ, como pajarito de reloj suizo.
Otras, le temen tanto al relojito, que al escuchar su tictac se escurren muertas de miedo, peor que el capitán Garfio de Peter Pan. Comienzan a hacer horas extras en el trabajo, son las defensoras número 1 de la soltería y el sexo ocasional, lo resuelven con el “amigo a pilas”.
Casi todas las mujeres tenemos instinto maternal, -unas más que otras- y eso es natural y absolutamente dentro de la norma. Pero a mí lo que me molesta mucho es que cuando te has pasado de la edad “normal” para tener hijos, se cree que estás desesperada por tenerlos y que tu reloj biológico se parece más o menos al BIG BEN.
En mi caso, al menos, mi reloj biológico es más parecido a un reloj de arena: lento y paciente.
He escuchado cosas como estas:
“Es que el reloj biológico la tiene como loca”.
“¿Tienes niños? ¿¿NOOOOOO??? ¿¿A tu edad??? Se te está pasando el tiempo ¿No te parece?”.
“Yo aún no quiero tener hijos y… es que ella ya tiene más de 30 y… sabes, por lo del reloj”.
“Claro, como tienes 38, ya deberías empezar a pensar en tener hijos ¿no?”.
“¿No te has planteado tener un niño sola ya que no consigues a nadie?”.
Yo tengo una tía que un día de la madre, en una reunión familiar, me dijo a viva voz: “¡Ten por lo menos un hijo!”
Como si eso fuera tan fácil como comprarse un perro o cuidar una planta… ¡CARAMBA, QUÉ ESTRÉS!
Ya sabemos que después de una edad hay riesgo al procrear… En eso estamos claras y no necesitamos que nos lo recuerden. Gracias.
Existen interesantes exámenes para saber la cantidad de ovarios que te quedan fértiles y es el Plan Ahead (Planear el futuro), que funciona midiendo el número de óvulos que te quedan y que también puede predecir el nivel de fertilidad que tendrás en dos años.
Del apuro solo queda el cansancio y los hijos son una responsabilidad muy grande, lo veo en mi hermana y en mis amigas que son madres.
Hay mujeres que nacieron para ser mamás… Otras que no. Y como siempre digo: “El tiempo de Dios es perfecto” y si te va a tocar ser mamá, más tarde o más temprano llegará… Así que deja de ver la hora de tu “reloj biológico” ¡Y DEDÍCATE A VIVIR!