Esta es una pregunta recurrente en mi cabeza, básicamente porque cada vez me entero de más mujeres que se topan con estos impresentables especímenes que por un lado se jactan de tener familias felices, y por otro, están buscando fiesta en cualquier app de citas que les pase por delante.
El fin de semana pasado me topé con el siguiente dato: según una encuesta difundida por NBC News (2023), casi dos tercios de los usuarios de Tinder reconocieron tener pareja mientras usaban la aplicación.
¿Por qué está pasando esto?
Sin ir muy lejos, el otro día me encontré con el perfil de un antiguo compañero de la universidad, quien tiene un bebé de tres años y una esposa embarazadísima a quien, según sus cientoquinientos posts diarios en sus redes, él considera el #amordesuvida.
Sin entender mucho lo que estaba pasando, lo primero que pensé fue que alguien estaba usando sus fotos, luego pensé que era una broma, pero después me di cuenta de que no era un error.
Aunque no estoy completamente segura, por lo que sé de esa familia, no creo que ese matrimonio tenga un acuerdo previo de no exclusividad. Así que me monté la idea de que ella no tenía ni idea de que su esposo tenía un perfil en Tinder
Toda la situación me dio mucha rabia, no solo por la flagrancia, sino también por la desconsideración con esa mujer a la que medio mundo sabe que le están poniendo los cuernos.
También es cierto que, para algunas personas, lo del estado civil es una menudencia, pero lo SENSATO es que todas las partes estén de acuerdo con lo que está pasando, es decir, la persona comprometida debería decir que lo está, y que seamos nosotras quienes decidamos si entramos en el juego o no, y no que nos enteremos por una foto en Instagram o un encuentro (des)afortunado.
Ni hablar de la otra mitad de la pareja, la que permanece fiel a su compromiso inicial, ¿ella no merece también que le digan la verdad? ¡Claro que sí!
También he escuchado que muchos hombres NO consideran que están siendo infieles por el hecho de estar en una app de ligue, siempre y cuando no queden personalmente con otra persona.
Vamos a ver, aunque creo que “flirtear” casual y moderadamente es normal y no está mal (incluso si estás comprometido), que mi pareja se abra un perfil en una app de citas, así sea solo para hablar con otra persona, sobrepasa el límite de mi tolerancia; y si, además, lo hace a mis espaldas, muchísimo peor. Pero, claro, esa soy yo.
A todas estas, en mi (no tan profunda) investigación sobre este tema, he descubierto que existen un montón de apps exclusivamente para personas casadas que quieran tener discretas aventuras, por ejemplo Pure, perfecta para encuentros puntuales con desconocidos con los que no has hablado nunca; 3der, para personas/parejas que quieren hacer un trío, Ashley Madison, ideal para encontrar personas que quieran ser infieles a sus parejas, así el ‘buscador’ no esté comprometido.
Así que, en la profunda jungla del ligue hay de todo para todxs.
Después de darle mil vueltas al tema, lo que me parece importante rescatar es que la honestidad y el respeto son primordiales en cualquier relación humana, mucho más en las (complejas) relaciones de pareja.
Sí, cada quien es libre de tener el tipo de relación que desee, siempre y cuando todos los involucrados sean conscientes y estén de acuerdo con la (posible) nueva situación.
Así que hombres y mujeres, comprometidos del mundo, dejen de buscar lo que no se les ha perdido.
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Foto: Pixabay.
