¿Se puede compaginar la vida laboral con ser mamás de una forma balanceada? ¿Tratar de hacerlo te produce ansiedad? En este artículo, Sofía (@sofia.andreina82) nos habla desde su experiencia y nos cuenta sus frustraciones. ¿Tú que opinas?
Quisiera comenzar diciendo que este texto no se trata de darles consejos, porque es al revés: ¡los necesito!
Sin embargo, esto que escribí es también que se lean en mis líneas, si están en la misma situación que yo, puedan ponerles palabras a sus sentimientos y tener la certeza de que no estamos solas.
Desde que nacemos, a las mujeres nos crían con clichés.
A algunas nos enseñaron que las mujeres somos de la casa y los hombres de la calle o si tienen más suerte y menos machismo en la crianza, les dijeron que podían ser todo lo que se propusieran.
Pero, la verdad que me ha cacheteado durante los últimos 10 años, es que ambas formas de crianza están mal, al menos para mí, porque lo que me he encontrado es que podemos hacer casi todo lo que nos propongamos, mientras nos mantengamos cerca del nido.
Yo lleno todos los requisitos: mamá soltera, huérfana, inmigrante, y esto de ser mujer cuatro por cuatro me está costando un poco.
Así que hice lo que cualquier escritora haría: leí, investigué y encontré que desde hace muchos años, este tema ha sido objeto de discusión e investigaciones.
¿Por qué debo elegir entre ser mamá y trabajar?
Y es que no he visto a ningún hombre cercano a mí enfrentando esta misma disyuntiva. En mi caso, la lucha entre ser mamá presente o una trabajadora a tiempo completo, la ganó la ansiedad.
Amo trabajar y ser productiva, casi tanto como amo ser mamá; pero cuando estás criando a un preadolescente y sabes que sale de vacaciones por dos meses, por ejemplo, no puedes dejarlo solo mientras lo crían Netflix y YouTube. Sabemos que la crianza suele necesitar una villa, pero la mía está regada, inevitablemente, entre el cielo y tres continentes.
En noviembre del año pasado tuve una revelación, en realidad una llamada de despertar o wakeup call como le dicen en inglés. Tratando de cortar el tiempo de mi ruta al trabajo, me caí de una moto y aunque no fue nada grave, este accidente acentuó mis ataques de ansiedad y la ansiedad de separación con mi pequeño.
Así que tratando de resolver, decidí tomarme un break del trabajo para ocuparme de los asuntos médicos anuales, de colegio, de vacaciones y así volver a activarme cuando mi hijo entrara a clases.
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¿Les suena? estar constantemente divididas entre ser mamá y trabajar no es nuevo.
Uno de los trabajos de investigación que más me llamó la atención fue “¿Por qué debo elegir entre la familia y el trabajo?”, publicado en la revista caribeña de ciencias sociales
Considerando la descripción de Constantinople (1973), afirma que la masculinidad y la feminidad son rasgos de la personalidad que distinguen a las mujeres de los hombres ya que sus principales características están dirigidas hacia las relaciones, de crianza, de protección, etc.; mientras que en los hombres sus rasgos se inclinan hacia un oficio, la autoprotección o metas instrumentales.
(…)
La mujer es valorada en términos negativos cuando antepone su desarrollo profesional o laboral, antes que acceder a una vida familiar, como lo determina nuestra cultura, por lo que en los últimos años se suman más las mujeres que deciden no casarse ni tener hijos.
Entonces, esto Sí es un tema de género, por lo tanto, Sí es una situación que debe cambiar.
Apenas buscan en Google “carrera o familia” aparecen cientos de resultados en los que las protagonistas somos las mujeres.
En el artículo “¿Carrera o familia?, La pregunta de siempre”, el portal web Mejor con salud, explica: “…Al parecer, las mujeres ‘no pueden tenerlo todo’, ya que siempre habrá algo que se deje de lado o a lo que no se preste suficiente atención. Sin embargo, se trata de saber equilibrar la balanza y priorizar de manera coherente.
Una exitosa mujer de negocios abocada en su carrera no suele tener hijos o, si los tiene, los ve muy poco. Por otro lado, si una esposa abnegada decide quedarse en casa para criar a los niños, los quehaceres domésticos no le permiten trabajar a tiempo completo.”
¡No estoy sola en esto!
¿Sí vieron que no soy yo sola?, es que obviamente este tema no ha evolucionado y para las que elegimos ser mamás, el éxito laboral no debe ser una de nuestras metas. He leído artículos en los que aconsejan a las mamás que trabajamos, que dejemos de buscar la perfección, el tema de “quien asa dos conejos a la vez” o hasta del que “mucho abarca poco aprieta”.
Les dije que no tengo una solución a este tema, porque mientras escribo esto me encuentro activa en cuanta plataforma de trabajo virtual existe, ya que me di cuenta de que si quiero cocinar dos conejos a la vez, al menos tengo que asegurarme de que las cocinas me queden cerca.
Pero créanme, es difícil competir en el mercado laboral cuando estás condicionando las entrevistas diciendo de entrada que no puedes trabajar los fines de semana, horas extras, ni festivos; porque bueno, tienes hijxs.
Quiero culminar con una disculpa pública y formal hacia todas las mamás trabajadoras que conocí cuando era joven, soltera, sin hijos y sin ansiedad; lamento haberlas juzgado.
Foto: Vitolda Klein en Unsplash
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