¿Sientes que eres muy cruel contigo misma? ¿El perfeccionismo y la autocrítica te consumen? Lee este artículo y descubre cómo dejar de tener esas actitudes tóxicas contigo misma
Cuando me escuché y me di cuenta de lo mal que me trataba, comencé a cambiar mi discurso interno; de esa forma todo empezó a transformarse positivamente en mi vida
Aprender a escucharme ha sido fundamental. Tengo poco más de 10 años trabajando el desarrollo de mi ser y aún me queda camino por recorrer.
La meditación, sin duda, una de mis herramientas favoritas, me permitió comenzar a escucharme y hacer algo que jamás pensé que lograría: calmar mis pensamientos.
Me di cuenta de lo que pensaba de mí misma y no fue nada agradable descubrir que me creía incapaz de hacer algunas cosas, insegura de mis talentos, insuficiente y poco merecedora. Era bastante tóxica.
Todo eso me llevaba a ser extremadamente perfeccionista y planificadora, así que era muy complicado incluir la palabra disfrute en mis actividades.
Recuerdo que un día toqué fondo y dije: ¡qué tóxica eres!
Así que una mañana comencé a hacer la rutina de un audiolibro que escuché llamado El Club de las 5 de la mañana de Robin Sharma. Esta rutina me movió desde el cuerpo hasta los pensamientos, y por supuesto, me llevó a ser consciente del enfoque del día.
Como a la séptima mañana de hacer mi rutina, al terminar me senté a tomar un café y mi pensamiento fue: ajá, llevas SIETE días haciendo esto y explícame más o menos qué has logrado; ¡es domingo!, deberías estar acostada en la cama, ¡esto no tiene sentido!
Pero, inmediatamente me respondí: “qué tóxica eres, ¿cómo demonios puedes pensar eso?, tú que jamás has sido deportista, ¡mira!, tienes SIETE días consecutivos haciendo ejercicio”.
¿Te gustaría formar parte de una comunidad de mujeres escritoras junto a nosotras?
Queremos invitarte a nuestro Club de escritoras, un espacio en el cual de la mano de Maricarmen y Patricia, participarás en retos de escritura creativa, encuentros con autoras increíbles, talleres, y muchas cosas más.
No es un lugar solo para escribir, sino para reír, llorar y compartir junto con otras mujeres.
Y este mes te tenemos preparado un encuentro especial con una autora INCREÍBLE
Por tan solo $8 al mes o el cambio en tu moneda local vas a poder ser parte de todo este contenido exclusivo que te preparamos con mucho cariño, ¿Te animas?
SUSCRÍBETE AQUÍ
Y ahí me lancé un discurso interno de razones y justificaciones de por qué y para qué era buena la rutina.
Entonces entendí que debía cambiar mi discurso interno, ¡tenía que reprogramar lo que me decía a mí misma!
El camino ha sido muy interesante y han comenzado a suceder cosas, por ejemplo, decidí renunciar a mi trabajo de empleada, en el cual todo era “seguro”, para crear mi propia empresa.
Aquí quiero decirte algo: si emprendes un negocio, educa tus emociones todos los días. Si te equivocas no te castigues, porque equivocarte te da la experiencia que requieres para seguir adelante.
Respira, sal y camina; escucha música y vuelve a intentarlo, la constancia es lo que nos ayuda a alcanzar grandes metas.
Y celebra, celebra todo, lo grande y lo pequeño; porque eso aumenta tu ánimo y cambia tu discurso interno, al decirle a tu mente: “¿te das cuenta de que sí lo puedo lograr?”
Cómo cambiar una actitud tóxica
Comienza a llenar el vaso de tantos pensamientos, imágenes y discursos positivos, que este se rebose y se queda con lo nuevo.
Mejora tu trato contigo misma: ¡eso es fundamental!, porque hablas contigo más que con cualquier persona, te escuchas primero a ti y una idea pasa primero por tu filtro interno antes de decírsela a alguien.
Piensa, por ejemplo: “esta es una idea genial, lo vamos a lograr en tres meses, con el apoyo de muchas personas y mi cuenta bancaria ahora sí aumentará…”
Estoy abierta a las prácticas que me hacen mejorar, así que si es de escribir, lo hago; si debo meditar, lo intento; si es de leer, busco un libro (o audiolibro), pero siempre teniendo presente las ganas de mejorar el trato que tengo conmigo misma y con los demás.
Preguntarme cosas es un ejercicio fenomenal, por ejemplo: ¿qué es para mí la felicidad?, ¿me considero feliz en este momento de la vida?
Retomé la escritura y eso me conectó conmigo. Unos dicen que uses un diario, otros, que escribas y te desahogues. Técnicas hay varias, pero escribir a mano te va soltando todo lo que tienes en la cabeza.
Solo inténtalo. Yo un día dije: “vamos a ver: tengo tiempo que no escribo” (solo hacía agenda y lista de pendientes), ¡y qué sorpresa!, me salieron cuatro hojas en unos diez minutos.
Te lo digo muy claro: esto no se logra en 24 horas, ni leyendo un artículo, comprando un libro o asistiendo a una charla…
Esto se trata de: reconocer, aceptar y cultivar TODOS LOS DÍAS.
Cuando haces el trabajo y comienzas a tener un discurso interno amoroso y motivador, las cosas en tu vida -lo simple- se comienza a transformar.
Inténtalo. Al principio puede que no te guste, pero a medida que vayas mejorando tu trato contigo misma, te aseguro que te gustará.
Más artículos como “Cómo dejé de tener actitudes tóxicas conmigo misma”
- ¿Cómo encontrar tiempo para meditar?
- 3 formas de gestionar la bendita ansiedad a través del mindfulness
- Lleva el enojo a otro nivel