¿Sientes que eres muy cruel contigo misma?, ¿el perfeccionismo y la autocrítica te consumen? Lee este artículo, y descubre cómo dejar de tener actitudes tóxicas contigo misma.
Cuando me escuché y me di cuenta de lo mal que me trataba, comencé a cambiar mi discurso interno; de esa forma todo empezó a transformarse positivamente en mi vida.
Aprender a escucharme ha sido fundamental. Llevo más de 10 años trabajando el desarrollo de mi ser y aún me queda camino por recorrer.
La meditación, sin duda, una de mis herramientas favoritas, me permitió comenzar a escucharme y hacer algo que jamás pensé que lograría: calmar mis pensamientos.
Me di cuenta de lo que pensaba de mí misma y no fue nada agradable descubrir que me creía incapaz de hacer algunas cosas, insegura de mis talentos, insuficiente y poco merecedora. Era bastante tóxica.
Todo eso me llevaba a ser extremadamente perfeccionista y planificadora, así que era muy complicado incluir la palabra disfrute en mis actividades.
Recuerdo que un día toqué fondo y dije: ¡qué tóxica eres!
Así que una mañana comencé a hacer la rutina de un audiolibro que escuché llamado El Club de las 5 de la mañana de Robin Sharma. Esta rutina me movió desde el cuerpo hasta los pensamientos, y por supuesto, me llevó a ser consciente del enfoque del día.
Como a la séptima mañana de hacer mi rutina, al terminar me senté a tomar un café y mi pensamiento fue: ajá, llevas SIETE días haciendo esto y explícame más o menos qué has logrado; ¡es domingo!, deberías estar acostada en la cama, ¡esto no tiene sentido!
Pero, inmediatamente, me respondí: “qué tóxica eres, ¿cómo demonios puedes pensar eso?, tú que jamás has sido deportista, ¡mira!, tienes SIETE días consecutivos haciendo ejercicio”.
Y ahí me lancé un discurso interno de razones y justificaciones de por qué y para qué era buena la rutina.
Entonces entendí que debía cambiar mi discurso interno, ¡tenía que reprogramar lo que me decía a mí misma!
El camino ha sido muy interesante y han comenzado a suceder cosas, por ejemplo, decidí renunciar a mi trabajo de empleada, en el cual todo era “seguro”, para crear mi propia empresa.
Cómo cambiar una actitud tóxica
Respira, sal y camina; escucha música y vuelve a intentarlo, la constancia es lo que nos ayuda a alcanzar grandes metas.
Y celebra, celebra todo, lo grande y lo pequeño, porque eso aumenta tu ánimo y cambia tu discurso interno, al decirle a tu mente: “¿te das cuenta de que sí lo puedo lograr?”
Comienza a llenar el vaso de tantos pensamientos, imágenes y discursos positivos, que este se rebose y se queda con lo nuevo.
Mejora tu trato contigo misma, ¡eso es fundamental!, porque hablas contigo más que con cualquier persona, te escuchas primero a ti y una idea pasa primero por tu filtro interno antes de decírsela a alguien.
Piensa, por ejemplo, “esta es una idea genial, lo vamos a lograr en tres meses, con el apoyo de muchas personas y mi cuenta bancaria ahora sí aumentará…”
Estoy abierta a las prácticas que me hacen mejorar, así que si es de escribir, lo hago; si debo meditar, lo intento; si es de leer, busco un libro (o audiolibro); pero siempre teniendo presente las ganas de mejorar el trato que tengo conmigo misma y con los demás.
Preguntarme cosas es un ejercicio fenomenal, por ejemplo: ¿qué es para mí la felicidad?, ¿me considero feliz en este momento de la vida?
Retomé la escritura y eso me conectó conmigo. Unos dicen que uses un diario, otros, que escribas y te desahogues. Técnicas hay varias, pero escribir a mano va soltando todo lo que tienes en la cabeza.
Solo inténtalo. Yo un día dije: “vamos a ver: tengo tiempo que no escribo” (solo hacía agenda y lista de pendientes), ¡y qué sorpresa!, me salieron cuatro hojas en unos 10 minutos.
Te lo digo muy claro: esto no se logra en 24 horas, ni leyendo un artículo, comprando un libro o asistiendo a una charla.
Esto se trata de: reconocer, aceptar y cultivar TODOS LOS DÍAS.
Cuando haces el trabajo y comienzas a tener un discurso interno amoroso y motivador, las cosas en tu vida —lo simple— se comienza a transformar.
Inténtalo. Al principio puede que no te guste, pero a medida que vayas mejorando tu trato contigo misma, te aseguro que te gustará.
Más artículos como “Cómo dejé de tener actitudes tóxicas conmigo misma”
- ¿Cómo encontrar tiempo para meditar?
- 3 formas de gestionar la bendita ansiedad a través del mindfulness
- Lleva el enojo a otro nivel