Amalia Andrade: soy irremediablemente optimista, a veces a pesar de mí misma

Amalia Andrade nació en Cali en 1986. Fue una niña muy curiosa, tanto, que confiesa que precisamente esa curiosidad ha sido el motor más importante de su vida.

Durante nuestro encuentro, me dijo: “Y después vino todo lo demás”, y por “todo lo demás” se refiere a la escritura, el periodismo y la ilustración, tres oficios que ha sabido entrelazar de tal manera que ya no se sabe cuándo está ejerciendo uno o el otro.

Amalia desde siempre lo tuvo muy claro, ella quería escribir. Su familia siempre la apoyó y la celebró: “Yo no sé si a todos los escritores les pasa, lo mío es un poco cliché, la verdad es que yo leí “Mujercitas” y Jo March, su protagonista, es escritora, y en el momento en que yo entendí que una persona podía dedicarse a escribir libros dije ‘ese es mi lugar”, afirma.

Graduada en Estudios Literarios en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, trabajó como editora en medios como Bacánika, Vive.in y Revista Fucsia, además de colaborar con SoHo y Shock.

Amalia asegura que el periodismo y la escritura van siempre de la mano: “Creo que la mayoría de los escritores, y no se les reconoce, son periodistas porque, aunque escribas ficción, en los universos que creas tienes que ser verosímil y tienes que investigar”.

La ilustración llegó mucho más tarde y casi por casualidad: “Yo tuve una crisis emocional muy difícil después de un rompimiento amoroso, que fue lo que me llevó a escribir mi primer libro. Parte de mi sanación y de mi terapia fue entender la necesidad de volver a los inicios, de entender que desde muy niña yo ya sabía lo que me gustaba en la vida, de volver a jugar… Y de volver a dibujar”, añade la escritora.

Amalia se confiesa una “evangelizadora” del dibujo gracias a sus propiedades terapéuticas: “Es muy terapéutico por dos cosas: la primera es que te permite entrar en contacto con emociones que habitan en ti, pero que todavía no han pasado al plano de lo verbal; y por otro lado, siento que es un ejercicio muy noble para la aceptación, para ver que puedo seguir mejorando, que puedo aceptar mis fallas y entender y manejar mis frustraciones en un papel. Así fue que llegó la ilustración a mi vida, y una vez que llegó ya va ligada a la escritura, y hay como un matrimonio.”

 

Todo empezó con Julia Roberts

 

 

  • Amalia, ¿Qué significa para ti Julia Roberts?

Julia Roberts fue mi primer amor (risas). Creo que todo empezó cuando vi Mystic Pizza, que, si no me equivoco fue la primera película de Julia.

A mi papá le encantaba el cine y cuando le dije que me gustaba Julia Roberts, me compró todas las películas que había hecho ella hasta el momento, y ha sido como mi gran amor. Me ayudó también en mi identidad, a aceptarme como una persona gay e identificar que me gustaban las chicas desde muy temprano.

Soy una romántica empedernida y, sí, todo nace con Julia Roberts y mis grandes aspiraciones amorosas. También creo que me gustan las actrices, qué loco, acabo de caer en cuenta. Mi novia actual es actriz.

 

Uno siempre cambia al amor de su vida (por otro amor o por otra vida)

 

En el año 2015, Amalia escribe su primer libro “Uno siempre cambia al amor de su vida (por otro amor o por otra vida)“, que rápidamente se convirtió en un éxito de ventas, logrando ser el libro más vendido de Colombia en ese año y manteniéndose en las listas de los más vendidos durante tres años más.

Uno siempre cambia al amor de su vida (por otro amor o por otra vida)”, es producto del desamor, ¿Cómo se convierte un gran despecho en un libro?

Ese libro nace en dos momentos, el primero una necesidad, porque ese despecho y ese desamor fueron MUY MUY profundos, y yo sentí que, si bien hay mucha información y hay muchos libros de autoayuda, yo quería un libro concreto, que me ayudara con tips prácticos que me mantuvieran a flote.

En ese primer momento yo estaba como: “¿Qué hago con lo que siento? ¿Qué chocolate me como?”… Y de esa necesidad nace el libro.

Y por otro lado, creo que también hay un segundo momento muy importante, que fue un día que yo estaba sentada en un café en Bogotá, uno de mis sitios favoritos, y suena “Rolling in the deep” de Adele.

Esta es una canción que había cantado mil veces, que me encanta, pero que nunca le había prestado atención a la letra, porque eso nos suele pasar, cuando estamos felices le ponemos cuidado a la música, pero cuando estamos tristes le ponemos cuidado a la letra.

Y yo digo en ese momento “esta señora es una genio, esta canción es perfecta”.  Entiendo que ella hizo de tener un desamor muy profundo, convertirlo en un álbum y transformar su dolor en algo positivo y tener este éxito inconmensurable. Entonces yo dije: “yo quiero eso, quiero ser capaz de convertir mi dolor en algo poderoso”, que es básicamente lo que dice Carrie Fisher de “toma tu corazón roto y conviértelo en arte” y así nace “uno siempre nace…”

 

  • Entonces se puede decir que capitalizaste el dolor

Monetariamente por un lado, pero sobre todo emocionalmente, porque tenemos una relación muy pobre con el dolor, el físico, con la ansiedad. Creo que una de mis grandes obsesiones es esa, cómo podemos relacionarnos mejor con todas las cosas que nos han obligado a dejar de mirar, a quitarle la mirada. El fracaso, el miedo, la ansiedad, el desamor.

Somos una sociedad muy tiránica al bienestar, vivimos en la tiranía del bienestar, y yo estoy obsesionada con decirle a la gente que mire hacia el otro lado porque ahí también hay mucha luz.

 

  • Siguiendo con el desamor, ¿Por qué dices que el ser humano no sabe amar?

 

No tenemos ni idea, no sabemos, por eso todos los fracasos. Nosotros asumimos que amar es esta cosa que nos va a salir del corazón y es solo sentimiento, como que el enamoramiento es un sentimiento, pero los sentimientos no son permanentes, los sentimientos pasan.

Uno no está siempre feliz, ni triste, ni miedoso… ni enamorado; entonces construir una relación con otra persona habla de muchas otras cosas para las que no estamos bien equipadas y no estamos bien equipados porque nos han vendido una idea de amor romántico que no funciona, porque la principal idea que nos han vendido es que estamos incompletos, que nacemos incompletos y que necesitamos encontrar a otra persona para completarnos.

¿Tú entiendes cuán loco es eso? ¡Está demasiado mal! Entonces, si tú te reconoces y haces una creación del “yo” incompleta, ¿Cómo vas a ser una persona exitosa emocionalmente, profesionalmente o en tus relaciones?

 

  • A pesar de que “Uno siempre cambia…” es producto del despecho, tiene un título muy optimista, ¿Te consideras optimista?

 

Sí, soy irremediablemente optimista, a veces a pesar de mí misma. Incluso cuando yo siento que estoy en mi versión down, en mis lugares más oscuros, sigo siendo una optimista irremediable, y tiendo a pensar que todo puede ser mejor, que todo va a estar bien; pero también creo que he trabajado mucho para ser amiga de la parte oscura, entonces creo que como estoy tranquila con que las cosas salgan mal, también estoy confiada en que las cosas van a salir bien.

 

  • Después de tu primer libro, no había nadie que no te conociera, ¿Cómo se lidia con la fama?

 

Bueno (risas), yo no me siento famosa, no me siento que me haya cambiado mi día a día, sigue siendo igual, sigo siendo la misma persona. Creo que si algo me ha hecho replantearme la visión del éxito que te vende la sociedad -que está basada en la validación del exterior-, si apareces en revistas o todo esto por fuera de ti, entonces eres exitosa, y yo no lo siento así.

Lo que más me ha cambiado, si te soy honesta, es que como puedo vivir de mis libros, tengo el privilegio de no tener que despertarme antes de las 8 de la mañana (risas). Eso es el éxito para mí, sobre todo en Colombia, que es un país tan madrugador, en donde todo el mundo tiene que estar despierto a las 5:30 – 6:00 am.

Te juro que yo JAMÁS he sabido madrugar, entonces eso es el éxito.

 

Cosas que piensas mientras te muerdes las uñas

 

En 2017, Amalia Andrade saca a la venta su segundo libro, “Cosas que piensas mientras te muerdes las uñas, donde busca desmitificar las enfermedades mentales a través de su propia experiencia.

 

 

Si con “Uno siempre cambia…” capitalizaste el dolor, ¿Podemos decir que con “Cosas que piensas…” capitalizaste el miedo?

Bueno, con “Cosas que piensas…” el proceso fue diferente. Yo siempre he sido muy ansiosa, desde que soy muy chiquita, pero no entendí que tenía ansiedad hasta muy tarde en mi vida, ¡casi 28 años! y la pasé muy mal toooodo ese tiempo.

De haber ido a terapia desde que era chiquita, las cosas habrían sido diferentes, pero hay tanto estigma acerca de la salud mental, que la gente a veces no ve la importancia o no va al psicólogo o al psiquiatra hasta que no siente que es una urgencia.

La gente no entiende que la salud mental es igual de importante que la salud bucal, uno tiene que ir al psicólogo como va al dentista. Por eso, por el estigma tan grande y la poca información, yo llegué tarde, y como llegué tarde sufrí tanto tiempo sola.

  • ¿Pero cómo de todo esto que nos cuentas nació el libro?

Cuando finalmente lo acepté y me rendí, porque hubo un acto de rendición y dije “no puedo más sola, necesito soltar el control, necesito ir a un psiquiatra”, comencé a sentirme mejor, comencé a buscar gente que estuviese en el mismo proceso que yo y encontrar a otro que haya pasado por lo mismo que tú, es algo TAN importante en el proceso de sanación porque uno se siente acompañado.

Entonces de ese lugar viene “Cosas que piensas”, poder ofrecerle a la gente ese lugar de encuentro donde no se sienta sola, y también a las personas cercanas, a la gente con ansiedad, una herramienta para relacionarse con ellos desde un lugar más amable.

 

  • ¿Crees que en este tiempo ha cambiado la percepción del mundo sobre las enfermedades mentales?

Sí, siento que la visibilización de la salud mental ahora tiene mayor lugar, y eso me parece buenísimo, por mil campañas y por mil cosas que tristemente hemos tenido que ver para entender, como por ejemplo el suicidio de Anthony Bourdain y cosas por el estilo que nos han hecho pensar mucho más en la salud mental.

Pero también me parece peligroso que la gente se auto diagnostique, yo en mi libro invito mucho a la gente a decir que si siente ansiedad o si se están sintiendo mal, vayan a un especialista. No tenemos que asumir que tenemos un trastorno, sobre todo porque creo que somos una generación muy ansiosa, pero hay una diferencia entre ser una generación ansiosa y tener un trastorno de ansiedad.

 

  • ¿Cómo se llevan las Redes Sociales y la ansiedad?

 

Muy difícil me parece a mí la relación con las redes sociales, el bombardeo de información es abrumadora para cualquier persona, y es un gatillo muy fácil para la ansiedad.

Además, la narrativa que se genera en redes sociales, esta narrativa que insiste en la tiranía del bienestar, todo el mundo está fit, todo el mundo está feliz, todo el mundo viaja, nadie tiene problemas. Uno no ve divorcios, uno no ve ataques de pánico y yo en cierto nivel, entiendo por qué, porque cuando uno está teniendo un ataque de pánico lo último que piensas en registrarlo para subirlo, entiendo de dónde viene eso; pero la constante alimentación a tu cerebro de estas repetidas imágenes de bienestar, hacen que la aceptación de cosas que no estén orientadas hacia ti misma, te genere ansiedad; además creo que las redes sociales son algo que generan una falsa conexión, en vez de generar conexión con otras personas, te desconecta a veces de ti mismo.

Por otro lado creo que a veces son buenísimas para hacer comunidad, entonces creo que hay que usarlas en su sabia medida.

 

El Tarot magicomístico de estrellas (pop)

 

En 2018, Amalia lanza el Tarot magicomístico de estrellas (pop),  como una herramienta de autoconocimiento ya sea para combatir el desamor o la ansiedad.

 

 

¿De dónde nace la idea de hacer un tarot?

Yo quería darle una herramienta a mis lectores para que ellos sanaran, y con el tarot se puede hacer una terapia maravillosa porque, el tarot que yo hice, lo puedes usar como tú quieras; pero yo creo en sus poderes no predictivos, no creo que el tartot te vaya a decir si en tres años vas a tener gemelos, sino como una herramienta que te habla ahora.

Con el tarot yo quise dar cierre a una trilogía donde yo quise hacer libros abiertos, una obra abierta que no está terminada, y es el lector quien termina la obra, quien interviene la obra y le da el último sentido, y donde yo planteo nuevas maneras de leer, porque son libros híbridos donde conviven la ilustración, la narrativa, escritos a mano, espacios en blanco, todo en un mismo lugar. Qué mejor manera de culminar que decirles: “quiero que lean tan diferente que lo que quiero que lean ahora ya no son palabras, sino imágenes”

 

Además también se resumen muchos de mis intereses, desmitificar cosas, desmitificar la salud mental, desmitificar el amor romántico, desmitificar el desamor y ahora desmitificar el Tarot. Es muy loco cómo la sociedad nos pone todas estas reglas y nosotros, como cabras, nos las comemos.

 

El Feminismo

 

  • ¿En qué momento crees que está la lucha feminista?

Mira, hay una escritora mexicana a la que amo, adoro y admiro muchísimo que es Lydia Cacho, y el otro día estaba en el Hay Festival (Cartagena) viendo una charla de ella, y dijo algo que me pareció fundamental y es que al feminismo hay que agradecerle muchas cosas, porque el feminismo abre espacios para la duda, y cuestiona el status quo, porque el status quo es masculino; entonces gracias al feminismo cuestionamos nuestras democracias, cuestionamos las instituciones, cuestionamos muchas cosas. El feminismo abre espacios para la otredad, y es fundamental.

Creo que hay mujeres maravillosas que admiro mucho, haciendo cosas increíbles; creo que necesitamos cada vez más seguir luchando y abriendo espacios feministas, pero sobre todo creo que necesitamos erradicar, toda ese sindentido de “feminazi” y de la creencia de que odiamos a los hombres.

 

  • ¿Alguna vez te has sentido minimizada o desplazada por ser mujer?

 

Claro, muchas veces.

Aunque a mí me pasa una cosa particular, y es la primera vez que lo digo en una entrevista: siento que no me ha ido mal, que he tenido más oportunidades que otras mujeres por un fenómeno muy extraño que existe: como soy abiertamente lesbiana desde hace muchísimo tiempo y en mis espacios de trabajo saben que yo soy lesbiana, creo que el machismo hace alguna fórmula mental que es: Lesbiana = Le gustan las mujeres = Es como nosotros, y por ende no la discriminamos tanto.

¡Que es horrible! No, señor, yo soy mujer, y no porque me gusten las chicas dejo de serlo.

Por otro lado siento que en la literatura, existen un montón de hombres haciéndote mansplainig y explicándote tu propio libro o tus propios escritos, y eso también es muy horrible.

Pero desde muy chiquita he sido y soy una feminista y espero poder generar espacios para las mujeres a través de mi trabajo.

Sigue a Amalia Andrade en su cuenta de instagram: @amaliaandrade_

(Y compra sus libros, porque no tienen pérdida)

 

Fotos: Patricia Rosas-Godoy

 

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