Si terminaste con tu pareja hace un tiempo, pero te siguen sucediendo alguna de estas cinco cosas (o todas juntas), es que no has superado a tu ex. Sigue leyendo lo que escribió Evlin Pérez (@pormistacones) para ti.
Supongamos que tu relación amorosa terminó. Cada quien agarró su camino, las cosas quedaron aparentemente claras entre ustedes y ya no hay vuelta atrás.
En teoría, andas feliz “como una lombriz”, a los ojos de todas tus amigas y en las redes sociales, tu vida parece renovada y maravillosa, pero la realidad es otra: ¡No has superado a tu ex! Y te autoengañas más de lo que eres capaz de aceptar.
Por eso, aquí te dejo esta guía rápida para que te des cuenta de que no has superado a tu ex
1. Aún lo llamas el “innombrable”
Cuando todavía queda un reconcomio por ese personaje, no puedes ni escuchar su nombre. Y el tema del “foco” es tan espectacular que, te lo juro por experiencia propia: en todos lados ves o escuchas su nombre. El problemita no es que eso te pase, ¡Es que te afecte!
Si todavía te duele la barriga o te tiembla el intento de sonrisa cuando te lo nombran, haz terapia.
2. Lo “stalkeas”
Si fuera un delito acechar a alguien de incógnito, estarías presa. Te matan las ganas de saber cómo está, con quién está, qué está haciendo, si es feliz o si te extraña o no.
Y como te dio un ataque cuando terminaron y lo borraste de todas tus redes, le pides prestado el celular a tus amigas para averiguarle la vida. Y ojo, no está mal querer saber de él, pero si solo lo haces para seguirte dando látigo o criticarle la existencia, estamos muy mal, amiga querida.
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3. Él sigue siendo el único culpable
El papel de víctima te queda divino.
Si pudieras verte por un huequito lo monotemática que te pones con el tema, saldrías corriendo.
Cuando esto aún no está superado, sigues responsabilizando de todo al otro y tú eres una blanca paloma impoluta y sin mancha. Tú solo eres una víctima de ese malvado que vino a voltearte la existencia.
¿De verdad? Si todavía no has asumido tu parte de la historia, la parte que te corresponde, la que asumiste, la que permitiste, la que creaste, entonces busca ayuda.
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4. Tu enfoque sigue en él
Comenzaste una dieta, te metiste en el gimnasio, te cortaste el cabello y sabes que en el fondo de los fondos, esos cambios los estás haciendo por si te lo encuentras, para que él vea “lo que se perdió”.
Sigues esperando una llamada que nunca va a llegar, un mensaje que no va a responder ¡Cuánto desgaste!
Cuando los cambios que hagas sean realmente para ti, hablamos.
5. Perdonas pero no olvidas
¡Que lo perdone Dios!
Si no has pasado la página definitivamente, no has perdonado. Y el perdón es algo que te libera a ti.
Puede que la relación haya terminado hace mucho tiempo, pero si aún te hace “ruido” lo que viviste con él, es que no lo has perdonado realmente y el libro se quedó abierto en el mismo lugar. Bueno, hasta que no lo hagas, no comenzarás a escribir una nueva historia.
Cuando logres perdonarte de corazón, aceptar tu parte y liberarte del rencor, en ese momento podrás decir que estás orgullosa de ti ¡PRUEBA SUPERADA!