Según la RAE las expectativas son las esperanzas de realizar o conseguir algo, la posibilidad razonable de que algo suceda y la posibilidad de conseguir un derecho, una herencia, un empleo u otra cosa al ocurrir un suceso que se prevé.
La expectativa es una suposición más o menos realista, va más allá de la esperanza, es un sentimiento que nos hace soñar con que algo va a salir tal cual como lo esperamos.
¿Qué sucede cuando nos hacemos una idea de cómo se dará una situación o cuando esperamos que alguien actúe de alguna manera y no sucede como lo pensábamos?
Por ejemplo, cuando esperamos que nuestra pareja llegue en nuestro aniversario con un ramo de flores y una invitación a cenar, y resulta que llega con una caja de bombones, de una marca que no nos gusta mucho…
Nos sentimos decepcionadas, frustradas, incomprendidas y heridas ¿Cierto?
Cuando esperamos que suceda algo de la manera que nos imaginamos y termina siendo todo lo contrario, surge la frustración
Es difícil no crearnos expectativas sobre algo o alguien, ya que esa acción la tenemos grabada en nuestro inconsciente, ya sea por creencias de lo que hemos aprendido o nos enseñaron a lo largo de nuestra vida.
Llevamos a cuestas esa idea de cumplir también con las expectativas impuestas por la sociedad, la familia, amigos y el lugar de trabajo, enterrando en lo más profundo de nuestro ser la persona que realmente somos y nuestra verdadera naturaleza.
Estamos tan acostumbrados a actuar según lo que los demás esperan de nosotros, que nos olvidamos de hacerlo como queremos ¿Por qué? ¿Por sentirnos aprobadas? ¿Por ser parte de algo? ¿Por no decepcionar a los demás?
Si los demás se sienten decepcionados por tu forma de actuar, es por las simples creencias que ellos se impusieron y formaron de nosotros, pero esa frustración es de los demás, no tuya.
Estamos en esta vida para aprender a vivir felices, podemos quizás a partir de ahora empezar a expandir nuestra consciencia y dejar las expectativas y apegos a un lado, a reconocernos como seres de luz que somos, tomando en cuenta que tener expectativas no es correcto o incorrecto, solo saber que la vida a veces gira de manera inesperada y que cada quien es libre de actuar desde su criterio personal; que TÚ puedes empezar a ser TÚ, a escuchar la voz de tu alma y a seguir tu corazón.
Disfruta de la meditación de hoy y ¡Abajo esas expectativas!
Si te perdiste la meditación 4, aquí te la dejo.